Introducción

Como advierte Ibone Olza, las teorías elaboradas sobre los cambios psíquicos durante el embarazo suelen basarse en estudios poco exhaustivos. Sin embargo están ahí. La mujer embarazada experimenta cambios emocionales desde el primer momento del embarazo, que se traducen en una mayor sensibilidad y que juegan un papel importante en el proceso de preparación hacia la maternidad.

Según una investigación de 2002 (Anita Holdcroft et al.), el cerebro de la futura madre reduce su volumen al final del embarazo y puede tardar hasta seis meses tras el parto en recuperar su tamaño normal, cambio que puede explicar la disminución de la concentración, la peor coordinación y los fallos en la memoria que muchas mujeres sienten en la recta final del embarazo. No obstante, otro estudio de 2003 (Crawley et al.) observó que son las propias embarazadas las que piensan que hay un deterioro cognitivo, por lo que esta percepción podría considerarse un mero estereotipo cultural.

Otro posible cambio estaría relacionado con el sueño: es frecuente que la gestante sufra de fragmentación del sueño, con una disminución de los períodos de sueño profundo y un correlativo aumento de las fases de sueño ligero, lo que conlleva un aumento de los sueños. La doctora Christiane Northrup considera que los extraños sueños del embarazo otorgan a las mujeres conocimientos intuitivos.

En 2009 (Pearson et al.) se comprobó cómo las embarazadas tienen una mayor capacidad para leer las emociones de amenaza, tristeza o daño en las caras de los demás al final del embarazo que al inicio, lo cual podría ser una adaptación evolutiva para preparar a las mujeres para la maternidad. Winnicott denomina "preocupación maternal primaria" y Bydlowski "transparencia psíquica" a este estado de hipersensibilidad e hipervigilancia.

Y tal estado especial conllevaría que, para prepararse efectivamente para la maternidad, la gestante tiene que recordar y revisar sus propia experiencia de ser hija. Existiría incluso una necesidad natural de acercarse a la propia madre y de "reconciliarse" con ella, ya que parece que el embarazo es un momento privilegiado en el que resolver los conflictos, habida cuenta que:

  • El ADN mitocondrial conserva vivas las voces de nuestras madres en nosotras.
  • Los sistemas orgánicos básicos del feto ya están formados cuando la mujer se da cuenta de que está embarazada, y, en consecuencia, comienza a hacer los cambios de comportamiento necesarios.
  • El feto interacciona con su madre desde el principio, mediante cambios en las moléculas de comunicación (hormonas y neurotransmisores).
  • Las emociones de la madre y los consiguientes cambios bioquímicos ocasionados por esas emociones afectan a su bebé.

Revisar la infancia a lo largo del embarazo serviría para incrementar la consciencia y la empatía con el bebé, para vincularse con él.

Al mismo tiempo, es importante el papel que juega la familia en esta etapa de la vida de la mujer. En demasiadas ocasiones la opinión de otros miembros de la familia se hace excesivamente presente, llegando incluso a agobiar a la embarazada y contribuyendo a generar inquietudes y dudas sin pretenderlo.

Más información:

Bibliografía:

  • Ballou J. The significance of reconciliative themes in the psychology of pregnancy. Bull. Editorial: Menninger Clin. 1978 Sep;42(5):383-413
  • Brazelton TB, Cramer BG. La relación más temprana. Editorial: Paidós; 1993
  • Bydlowski M. La deuda de vida. Itinerario psicoanalítico de la maternidad. Editorial: Biblioteca Nueva; 2007
  • Crawley RA, Dennison K, Carter C. Cognition in pregnancy and the first year post-partum. Editorial: Psychol. Psychother. 2003 Mar;76 (Pt 1): 69-84
  • Fraiberg S, Adelson E, Shapiro V. Ghosts in the nursery: A psychoanalytic approach to the problems of impaired infant-mother relationships. Editorial: Fraiberg S, editor.
  • Clinical Studies in Infant Mental Health: The First Year of Life New York. Editorial: Basic Books; 1980. p. 164-196
  • Northrup, Christiane. Madres e hijas. Editorial: Urano. Barcelona, 2006. p. 77-107
  • Oatridge A, Holdcroft A, Saeed N, Hajnal JV, Puri BK, Fusi L, et al. Change in brain size during and after pregnancy: study in healthy women and women with preeclampsia. Editorial: AJNR Am.J.Neuroradiol. 2002 Jan; 23 (1): 19-26
  • Olza, Ibone. La ciencia de las madres, Publicado en: “Maternidad, ciudadanía y cuidadanía”. Ed. Maria Jesús Blázquez
    García. Prensas Universitarias de Zaragoza. 2010. ISBN: 978-84-15031-38-3.
  • Pearson RM, Lightman SL, Evans J. Emotional sensitivity for motherhood: Late pregnancy is associated with enhanced accuracy to encode emotional faces. Editorial: Horm. Behav. 2009 Nov; 56 (5): 557- 563
  • Wilson DL, Barnes M, Ellett L, Permezel M, Jackson M, Crowe SF. Decreased sleep efficiency, increased wake after sleep onset and increased cortical arousals in late pregnancy. Editorial: Aust N Z J Obstet Gynaecol. 2011 Feb; 51 (1): 38-46. doi: 10.1111/j.1479-828X.2010.01252.x. Epub 2010 Dec 7. PubMed PMID: 21299507
  • Winnicott, D., Primary Maternal Preoccupation, in Through Paediatricsto Psychoanalysis. Editorial: London: Hogarth, 1956