Como preparar la llegada del hermanito/a

(Nota: Como organización feminista, estamos comprometidas con el lenguaje inclusivo, por lo cual , y para que la lectura no se haga pesada, en algunos casos hablaremos de "hijo" o "hermanito" y en otros de "hija" o "hermanita", a veces nos referiremos al "bebé" y en otros casos a la "criatura" humana)

Estás de nuevo embarazada y no sabes muy bien cómo explicarle a tu hijo los cambios que está experimentando tu cuerpo, y cómo el embarazo culminará con el nacimiento de un nuevo miembro de la familia. Para una niña, asimilar que dentro de su mamá hay un nuevo ser que se va a convertir en su hermano, es más o menos difícil dependiendo de su edad. Le costará menos integrar el embarazo y el próximo nacimiento en su pequeño mundo si conseguimos involucrarlo desde el principio en todo el proceso. Pedir al niño que nos ayude a doblar ropa para el bebé, a elegir su nombre o a hacerle un espacio en nuestro hogar, contribuirá a que se sienta necesario, y le permitirá ir paulatinamente tomando conciencia de la nueva realidad, a imaginar y anticipar al bebé que va a llegar.
Es muy útil también dejar a la niña “experimentar” el embarazo: que vea las ecografías, que escuche el latido del corazón del bebé, que perciba con sus manos las pataditas en tu barriga, que le cante canciones a la hermanita, que lo imagine y lo dibuje… Todo esto convierte el proceso en algo tangible y real para su entendimiento.
Por último es importante hablarle sobre el embarazo, para lo cual te puedes apoyar en la lectura de algún cuento que trate este asunto. Aquí te sugerimos algunos títulos que te ayudarán.


Hablar con nuestro/a hijo/a (s)

El embarazo es un estado saludable en el que se desarrolla una nueva vida.

El parto es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de la mujer y lo deseable es que ocurra de forma espontánea y natural.
Parir es bello y el nacimiento debe ser un acontecimiento feliz.
Toda mujer sana es capaz de dar a luz al bebé que ha acogido en su interior durante nueve meses.

La lactancia materna es un acto natural, no sólo de alimentación, sino también de amor entre madre e hija. Aporta numerosos beneficios para la salud física y emocional tanto de la madre como del bebé.
La leche materna es el alimento ideal para la criatura recién nacida, y seguirá síendolo en los primeros años de su vida.

¿Cómo podemos transmitir estas ideas a nuestr@s hij@s? Algunas sugerencias:

  • El secreto está en hablarles con normalidad de lo que es natural y nunca debió dejar de serlo.
  • Nunca mentir o maquillar la realidad, atribuyendo a otros (médic@s, cigüeñas) la función de traer al mundo a los bebés. Es bastante más traumático para una niña escuchar que un doctor va a rajar la tripa a su mamá para que salga su hermanito que saber que saldrá por su vagina.
  • Abandonar el pudor al hablar de la genitalidad. Los niños no se escandalizan al ver pechos desnudos o al escuchar hablar de vaginas, sino que muestran una sana curiosidad por aprender cómo funcionan estos órganos.
  • Utilizar un lenguaje adecuado a cada edad, poniendo ejemplos cercanos que puedan entender.
  • Dar a las niñas la oportunidad de comprender cómo se produce el milagro de la llegada de una nueva vida de un modo respetuoso y saludable, bien propiciando que presencien el nacimiento de algún animal o incluso el de su propio hermanito.
  • Hacer hincapié en nuestra condición de mamíferos mostrándoles imágenes de otras hembras mamíferas embarazadas, pariendo o amamantando.
  • Charlar abiertamente de las circunstancias que rodearon sus propios nacimientos y los nuestros e invitarles a imaginar sus futuros partos y a representarlos a través del juego.
  • Aunque embarazo, parto y lactancia son procesos esencialmente femeninos, el papel del padre es también muy importante como figura de apoyo y protección, además de ser la segunda figura fundamental de apego para el bebé. Por eso es esencial incluir a los niños varones cuando se hable en la familia de estos temas.


Nuestra es la responsabilidad de intentar que las generaciones futuras cuenten con los conocimientos necesarios para que sean dueñas de sus cuerpos, controlen todas las fases del proceso reproductivo y sean capaces de tomar las decisiones oportunas en cada momento, evitando así que otros las tomen por ellos.

Existen diversos proyectos educativos y talleres orientados a los niños para ayudarles a descubrir la Maternidad. Si quieres conocer más pincha aquí