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Adopción sobrevenida
Por Susana Ferreiro
Ayer tuve la suerte de pasar una tarde junto al mar con una amiga y su precioso bebé de cuatro meses, ambos resplandecientes. No obstante, su presencia me llevó a hacer un viaje a mis inicios como madre, con sus luces y sombras... Tras un parto nada respetado, recuerdo (imposible olvidarlo) cómo colocaron a mi hija sobre mi vientre y ella me atravesó con sus ojitos negros y brillantes. Cuando meses después leí un artículo sobre "la protomirada del recién nacido" rescaté ese momento, que aún me acompaña. Momento que duró tan sólo unos segundos, pues luego ella estuvo ocho largos días "en observación por posible sepsis". Admito que el calificativo "posible" era el más adecuado... porque luego resultó no tener ningún tipo de infección. Una separación madre-bebé basada en conjeturas, algo que hoy no permitiría bajo ningún concepto... pero entonces no reaccioné. Esa semana sólo nos permitieron dos visitas de media hora al día y supongo que los tres la sobrellevamos como pudimos... hasta que le dieron el alta. Llegamos a casa un día festivo por la tarde y Eva lloró todo el camino desde el hospital. En nuestro salón la amamanté sin horarios por vez primera y tras la toma se quedó mirándonos fijamente a mí y a mi marido, como dándonos las gracias por ir a rescatarla... Recuerdo decirle a mi madre: "Yo creo que se siente como una niña adoptada". Ella me miró incrédula, pero ahora sé lo que aquellas palabras significaban: "Eva y yo tenemos que construir nuestro vínculo, porque de momento no nos han dejado".
Y luchamos hasta conseguirlo. Y con las heridas bastante cicatrizadas por haberme perdido esos primeros días, afrontaré en septiembre mi segundo cumpleparto.
Bellas palabras, Susana, y precioso pensamiento el de Ulises. Mi hijo y yo también pagamos un innecesario peaje de casi cuatro días, pero su mirada de ojos negros y penetrantes, aquel apenas medio minuto que lo dejaron sobre mi cuerpo, es algo que todavía, casi dos años después, me hace saltar las lágrimas.
Un olé a esos bebés que perdonan a sus padres. Ojalá pudiéramos perdonar tan pronto nosotros a algunos profesionales...
Un beso para Eva.
Raquel
"cuando lo creyeron conveniente"
Esta frase es terrible. Cuanto lo siento, cuanto siento todas estas experiencias tan terribles, me inspiran una tristeza infinita.
Yo sólo intento pensar que esos 8 días fueron el peaje que tuvimos que pagar para darnos cuenta de que había otra forma de hacer las cosas...estoy muy orgulloso de vosotras. Besos.
Yo estuve 17 días enferma después del parto. Fue innecesárea y como me pincharon mal la epidural estuve todo ese tiempo con cefaleas postpunción dural. No podía hacer nada, no podía levantarme de la cama, no he sentido tanto dolor en mi vida. Cuando digo que no podía levantarme, es que tenía que estar tumbada 24/7 mirando hacia el techo porque si no la cabeza me explotaba. No es un dolor de cabeza normal, es un dolor de cabeza como si te pegaran con un martillo.
Yo también tuve que hacer un proceso de adopción con mi hija..... fue realmente extraño pero siento dentro de mi que durante ese tiempo que mi hija no tuvo madre se sintió desamparada y lo estuvimos pagando durante meses en los que yo estuve enferma (estuve 17 días ingresada y varios meses de recuperación). Fue realmente duro e incluso hubo momentos en los que no quería ni verla porque ni siquiera podía conmigo misma.
A día de hoy no sé como podré afrontar otro parto y mi hija tiene casi 2 años.
Qué penita dan estas separaciones injustificadas, pobres bebitos y pobres padres...
Mi primer hijo estuvo 10 días ingresado porque le faltaban unos ridículos 40 gr, cuando en los demás hospitales nos hubieran dado de alta sin ingreso...pero pagué el pato por ingenua. 10 días con 30 min de reloj 2 veces al día. 10 días en una horrible cuna de plástico, con chupete, con biberón de suero glucosado y un asqueroso peluche que no era nuestro. 10 días que no paraba de perder peso, gastando su energía en llorar. el único consuelo que tengo es saber que estuvo compartiendo espacio con otros 7 bebés, compartiendo el dolor sobre la ausencia de sus madres, llorando juntos. yo digo que mi hijo comenzó su vida en un campamento. recuerdo la misma sensación de llegar a casa con el en brazos, sin haberle cambiado nunca un pañal, sin haberles cambiado nunca un pijama y sin saber lo que hacer con el. tal vez el término "adopción" es mejor que mi idea del "campamento"..."campamento" desde luego hay que tomarlo con mucho humor negro...gracias por escribir,
Os envío un abrazo enorme, cariñoso y agradecido, a todas-os los que habéis tenido que padecer tamaña crueldad, en el que puede ser, sin duda, uno de los momentos más importantes en la vida de unas personas: convertirse en padres. O traer al mundo a un nuevo ser.
Sólo os puedo dar las gracias, porque con vuestra lucidez, valentía y sinceridad, evitáis que otros pasemos por historias similares. Nos dais pistas sobre esos sentimientos que se tienen, y que todavía no hemos experimentado, nos advertís de los peligros y nos mostráis el camino...
Se que las heridas abiertas aunque cicatrizan siempre quedan visibles, porque existieron un día, pero cada persona que ayudáis con vuestras historias, aleja más el dolor que debió causaros la estupidez humana.
Estaré eternamente agradecida a todas estas "confesiones", duras pero reales, en las que descubro que todavía existe la humanidad.
Un abrazo grande,
os deseo lo mejor en esta vida
Adri
Mi primer regalo del día de la madre fue mi hijo. Era domingo 1 de mayo y en la consulta con la pediatra, nos dijo que le daban el alta. Nos mandaron a la cafetería y un par de horas después me pidieron la ropa de calle (llevaba 8 días en el maletero del coche). Se sorprendían las enfermeras de que fuera el padre el que lo llevara en brazos. Mi marido mide 2 metros y pesa 100kg, ¡¡¡¡a ver quien se atreve a quitárselo de los brazos!!!!!. Lo primero que hice al llegar a casa fue desnudarle y cambiarle los pañales. Nunca lo había visto desnudo.
Desgarrador... terrible... pero qué reconfortante saber que el vínculo lo fuisteis construyendo poco a poco y que ha crecido tanto que podéis hasta compartirlo, gracias!!!!
Preciosa expresión de sentimientos para algo tan doloroso
Hay muchas cosas que he aprendido en El Parto es Nuestro. Tras muchos testimonios leídos, artículos y comentarios, he llorado de emoción, me he encolerizado de rabia, me he reído, he aplaudido, he saltado de la silla, he mandado comentarios a amigos, me he puesto nerviosa, contenta, triste; me he sentido sorprendida o decepcionada; he comentado con enfado, con pasión o con timidez; pero lo que no he dejado de hacer en ningún momento es aprender.
Gracias a todos.
Este sitio y esta labor son de un valor incalculable.
Un saludo,
Adri
Yo digo lo mismo que Adri: compartir estos sentimientos y experiencias es tan, tan importante! Nos ayuda a unirnos, a comprendernos y a luchar.
Muchas gracias.
Gracias a todas por vuestros comentarios a mi entrada y por vuestro apoyo, cada vez me siento más a gusto entre vosotras;)
Yo, como Adri, estoy cansada de oír "Lo importante es que el bebé está bien", sobre todo cuando estas palabras las pronuncia una madre a la que veo tan triste, tan desconectada... Me da mucha pena:(
Sobre todo porque "he estado ahí", pasé unas semanas "en modo automático" (tras el cóctel violencia obstétrica+separación), hasta que reaccioné y tomé las riendas de mi vida y de la crianza de mi hija... pero muchas veces me acuerdo de esos días que nos perdimos... e intento "ahorrárselos" a otras mamás... mas no es fácil:(
Un abrazo a todas,
Susana
Mi experiencia fue de adopción post quirófano...Que me dejasen mirando al cielo tras escuchar el llanto potente de mi hijo para llevárselo, cual depredadores, sin mostrármelo y sin una palabra (...no tenía nada, 9-10 de apgar, imagino que el pediatra no podía esperar pero la madre sí).
Al fin pude verlo cuando lo creyeron conveniente y ya vestido, en brazos de un extraño, el matrón, un señor de barba que me lo acercó mientras nos miraba fijamente y me dijo ¿ya? al cabo de un momento.
No tuvimos más separación que la inicial y no creo que esa experiencia cicatrice del todo, así que imagino aún peor que se apropien de tu hijo sin motivo durante más tiempo.Lo siento mucho.
Tus palabras son duras Susana. Pero debió de ser así de dura tu experiencia. En mi vida he aprendido que, sencillamente, hay gente que siente menos, o siente peor, y que están apagados, anulados y programados.
Lo que más me ha dolido de tu comentarios ha sido el "¿ya?", no quiero escribir aquí todo lo que me suscita esta actitud de este señor, ¡¿ya de qué?! le habría dicho yo, esa pregunta formada por una palabra de sólo dos letras demuestra que no sabe nada, que no merece el puesto y que debe de reciclarse, por no comentar la falta de respeto que me parece no dejar a esas dos personas en la intimidad más absoluta inmediatamente, algo que nunca se les debió anular.
Pienso que cualquier persona que no sepa y crea en lo que se escribe y dice en lugares como éste, y otros, por científicos y estudiosos con ánimo de ayudar a la humanidad, sanamente, no deben ocupar puestos que determinen la calidad y salud de las sociedades futuras.
Claro que esto de la separación madre-hijo se puede remendar, en cierta medida, en el futuro, no del todo, ¿pero por qué hay que mal curar si se puede prevenir?
Un saludo,
Adri
Una dependienta de un local de mi barrio ha dado a luz recientemente. Yo le aconsejé que no fuera al hospital que le tocaba. Quería dar a luz sin epidural y yo sabía que en ese sitio es bastante dificil conseguirlo.
Ha dado a luz. No sé detalles. Dicen que ha ido bien. No sé que entenderán ellos por bien, pero a ella le han dado el alta y el bebé sigue ingresado en observación. No ha tenido fiebre, tiene buen aspecto, ha pesado 4 kilos pero su madre tuvo un virus intestinal y están viendo a ver si él también lo tiene...
El tema de la lactancia no le preocupa, porque "ella ya sabía que no iba a poder dar el pecho, porque el antibiótico que ha tomado le corta la leche".
Mierda, mierda y mierda. Todo mentiras, todo mala práxis. Y los padres nos dejamos engañar, nos dejamos convencer hasta el punto de creer que esa separación y el sufrimiento que conlleva era lo mejor para la familia.
Me cabrea mucho.
A mi también. A veces me descubro molesta por cosas que suceden a personas que no conozco, en lugares más o menos lejanos...
El baremo, para poder afirmar "que todo ha salido bien", está en la supervivencia de las personas. En el caso del parto, de las personas involucradas en él, madre y cría.
Para los médicos el listón está ahí, en que sobrevivan; sin importar un comino el camino que queda por recorrer, la marca que el parto y los primeros días de vida, puedan dejar en esas personas. Y muchas veces sin querer ver las consecuencias, que una mala praxis puede dejar en las personas, lo que "fácilmente" se reconoce como iatrogenia.
A algunas madres les interesa también el resto del tiempo, la vida que queda por delante, por eso se asocian y luchan, e intentan buscar la verdad en la ciencia y en las personas y sus historias, en la experiencia.
Lo que hay que intentar es precisamente eso, que la sociedad empiece a valorar el parto como una parte más del proceso de la sexualidad de la mujer y del hombre, y no como un momento clínico a medicalizar, o un fin en sí mismo.
Pero sobre todo que las personas tengan la información más rigurosa y menos sesgada posible.
¿qué antibióticos pueden cortar la leche? y en cualquier caso, se puede volver a inducir la secreción de la misma...
En fin, yo veo muuuuuuchos partos a mi alrededor, en los que todo ha ido bien, y en los que yo no dejo de verlo toooooooooooooooodo mal.
Un saludo,
Adri
Hermoso. yo viví algo muy similar con mi Santiago. Ya basta de separaciones! si los niños necesitan hospitalización, deberíamos las madres poder quedarnos con ellos.
Un abrazo
M.