Tus palabras son duras Susana. Pero debió de ser así de dura tu experiencia. En mi vida he aprendido que, sencillamente, hay gente que siente menos, o siente peor, y que están apagados, anulados y programados. Lo que más me ha dolido de tu comentarios ha sido el "¿ya?", no quiero escribir aquí todo lo que me suscita esta actitud de este señor, ¡¿ya de qué?! le habría dicho yo, esa pregunta formada por una palabra de sólo dos letras demuestra que no sabe nada, que no merece el puesto y que debe de reciclarse, por no comentar la falta de respeto que me parece no dejar a esas dos personas en la intimidad más absoluta inmediatamente, algo que nunca se les debió anular. Pienso que cualquier persona que no sepa y crea en lo que se escribe y dice en lugares como éste, y otros, por científicos y estudiosos con ánimo de ayudar a la humanidad, sanamente, no deben ocupar puestos que determinen la calidad y salud de las sociedades futuras. Claro que esto de la separación madre-hijo se puede remendar, en cierta medida, en el futuro, no del todo, ¿pero por qué hay que mal curar si se puede prevenir? Un saludo, Adri