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21 Abr 2020
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Parir en tiempos de coronavirus: flexibilidad mental para proteger a madres y bebés

Por Ángeles Cano

En estas últimas semanas se llenan los periódicos de noticias sobre nacimientos fuera del hospital.

Mujeres que paren en el taxi, en una gasolinera, o en su casa, a pesar de tener una cesárea programada. Algunas porque no llegan porque hacen caso a las indicaciones de “aguantar en casa el máximo tiempo posible”; y otras, porque ante esta situación de incertidumbre y desamparo deciden, tras un buen seguimiento de embarazo y reunir las condiciones, planificar el parto en casa con asistencia profesional, aunque sea pagándolo de su bolsillo.

Pero esta reflexión va sobre los primeros, estos partos que se adelantan, que simplemente ocurren cuando menos estén previstos, y ocurren, en el peor de los casos en camino (gasolinera, taxi, etc.) o, en el mejor de los casos, en el propio domicilio.

Así ocurrió en varias ocasiones, también recogidos en los medios estos días.

En plena pandemia, son muchas las mujeres embarazadas, que tras pasar varias semanas aisladas en sus casas y estando sanas se preguntan si realmente deberían asumir el riesgo de adentrarse en un hospital para parir. Por ellas, sus bebés y su familia que les espera en casa. Por mucha confianza que tuvieran en el hospital como lugar para su parto, ahora toca preguntarse si realmente sigue siendo el lugar idóneo para partos de bajo riesgo.

“Veinte minutos después de aquella llamada apresurada al timbre de Urgencias del Centro de Salud de Santa María del Páramo nació la hija de María. ...Sólo cuando la niña lloró, lloraron Alejandra, Carmen, Pilar y Esther. «Fue tanta emoción», recuerdan. «No nos pudimos ni quitar las máscaras», dicen. «Allí nos quedamos, con una maravillosa sensación de felicidad», explican. María y su hija estaban ya en la ambulancia del 112 rumbo al Hospital de León.”

“Minutos después, llegaron al lugar efectivos de la Policía Local de Tomares y de Emergencias Sanitarias, que, tras comprobar que era mejor no mover a la mujer, asistieron el parto en el mismo coche donde se encontraba. Una vez que nacido el bebé, madre e hijo fueron trasladados al Hospital Maternal del Virgen del Rocío.”

"Una vez que llegó la ambulancia, el personal sanitario comprobó que la madre y el bebé se encontraban en buen estado de salud, por lo que procedieron a cortar el cordón umbilical y finalizaron el alumbramiento. Finalmente, la madre y el pequeño fueron trasladados en dicha ambulancia al Hospital Materno Infantil."

“...protección térmica y piel con piel entre madre e hijo para sellar un vínculo que les unirá para siempre con el fondo de una vida que empezó a contar en el mundo exterior cuando todos sus vecinos, los demás habitantes del país y medio mundo se resguardan en sus casas para evitar el peligro. Madre e hijo fueron bajados por la escalera en una silla especial hasta la ambulancia y de allí al Álvaro Cunqueiro de Vigo...”

Cada historia de parto es única, pero en este caso todos presentan el mismo patrón de actuación de los sanitarios (o policías o quien esté) tras el nacimiento: a pesar de que se encuentren bien madre y bebés, se procede a trasladarles al hospital.

¿Por qué? ¿Para qué?

¿A estas mujeres se les ha dado alguna opción u alternativa, para que puedan quedarse en sus casas protegidas?

Si el parto ocurrió sin asistencia médica es necesario que acuda una matrona, o médico/a tras el parto y alumbramiento para una primera revisión. Pero si todo está bien – como al menos fue el caso de los bebés que salieron en las noticias - ¿por qué meterlos a una ambulancia (riesgo de contagio) - e ingresarlos ambos al hospital (doble riesgo), para que pasen allí horas o días, a menudo separados madre y bebé. (más riesgo aún)?

¿Para qué?

Invito a reflexionar sobre este tema. Sería deseable un poco más de perspectiva y sensatez en estos tiempos de pandemia, para poder atender a bebés y madres en su casa y no exponerles a contagiarse cuando más vulnerables son, nada más haber parido y nacido. Un posparto normal no requiere de un hospital, y menos ahora, cuando el lugar seguro es el domicilio y no el hospital para personas sanas.

En un momento en el que hemos adquirido la flexibilidad mental de plantearnos casi cualquier lugar dentro y fuera de los hospitales para atender a pacientes COVID (pabellones feriales, hoteles, etc.) también deberíamos tener la flexibilidad para NO trasladar a madres y bebés a un hospital, tras un parto que ha transcurrido sin más.

Más casos:

ABC.es (Castilla La Mancha): Primer parto en el centro de especialidades de Tarancón en su historia, 4 de mayo de 2020