Prótesis PIP y lactancia materna
Madres con prótesis PIP podrían haber contaminado a sus bebés cuando los amamantaban
Titular de una noticia publicada en Las Provincias (6/V/2012).
La posibilidad que sugiere este titular, tiene una respuesta elaborada por el Dr. José Mª Paricio y publicada en la página del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEPED).
Se concluye, según la respuesta del Comité, que “nada avala el contraindicar la lactancia y menos aún si no se ha producido la rotura de la prótesis”.
Leyendo la noticia, vemos que dice:
Una de las afectadas, cuyas prótesis se han roto, ha relatado que su pediatra ha incluido en la cartilla sanitaria de su hijo que fue engendrado y amamantado teniendo la madre prótesis PIP ya que no pueden saber en qué momento se rompieron y si el bebé pudo haberse contaminado de alguna manera.Este pediatra desinformado ha causado alarma innecesaria entre las madres. Y su anotación en la cartilla sanitaria, llegada a oídos de un periodista, se ha convertido en titular ambiguo y engañoso.
Adjuntamos la información del Comité de lactancia materna de la AEPED en relación a las prótesis PIP y lactancia:
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Información para madres lactantes acerca de los implantes mamarios de la empresa PIP (Poly Implant Prothese)
Fuente: Dr. José María Paricio Talayero. Página de compatibilidad de la lactancia con medicamentos y otros productos: www.e-lactancia.org
Las prótesis mamarias PIP contienen, como las demás, diversos tipos de silicona. Estas sustancias, además de ser utilizadas en diversos procesos industriales como aislantes, hidrófugos, tensioactivos, etc., tienen innumerables usos cosméticos, médicos y quirúrgicos (implantes, prótesis cardíacas, de rodilla o cadera, catéteres, tetinas y chupetes, recubrimiento de cápsulas de medicamentos y hasta medicamentos para los disminuir los gases intestinales).
El gel de silicona empleado en las prótesis PIP no alcanza el grado de calidad de un gel destinado a implantes mamarios, pudiendo provocar irritación local en caso de rotura (hinchazón, enrojecimiento, aumento de la temperatura y escozor).
Las siliconas tienen un elevado peso molecular («Silopren» 216.000-446.000, «Rhodorsil» 43.000-89.000) lo que hace que no puedan ser absorbidas por el intestino, no se metabolizan, son poco solubles en agua y no pueden pasar a la leche. En caso de rotura de un implante mamario, aunque algo de silicona pase a la sangre o al sistema linfático de la mujer, su alto peso molecular impide que pase a la leche y, aun en este caso, el lactante no la absorbería en su intestino, eliminándola en las heces.
Así pues, nada avala el contraindicar la lactancia y menos aún si no se ha producido la rotura de la prótesis.
Tan solo es necesario pensar en la retirada de estas prótesis defectuosas, de modo programado y sin urgencia debido a su mayor riesgo de rotura siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias pertinentes.
Mientras no exista evidencia en contra, lo más prudente desde el punto de vista de la salud del lactante y de su madre es no desaconsejar la lactancia materna basándose en hipotéticos riesgos no probados ni demostrados y que no parecen probables a la luz del conocimiento actual.
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría
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