Por Adela Recio Alcaide

En la Comunidad de Madrid estamos de enhorabuena. Este mes uno de nuestros hospitales cambia sus protocolos hacia una mejor atención al parto y al recién nacido. Las madres que pasen por una cesárea disfrutarán del contacto piel con piel con su bebé desde el primer minuto sin necesidad de esperar a salir de la sala de reanimación, contrariamente a lo que sucede en la mayoría de hospitales en caso de cesárea. Desde el mismo quirófano y en la propia sala de reanimación tendrán a su bebé con ellas y de este modo le estarán dando el mejor comienzo posible para su salud. Porque hoy en día sabemos que el instinto de la madre de permanecer junto a su hijo y amamantarlo se ve refrendado además por la evidencia científica. Todos los recién nacidos deben poder disfrutar de las ventajas de la no separación. Si están sanos no hay razón para separarlos, si están enfermos necesitan a sus madres más que nunca.
¿Qué es no separar?
En la separación, el bebé y su madre no sólo dejan de percibir los importantes beneficios derivados del contacto, la lactancia y el corte tardío del cordón. También son expuestos a nuevos riesgos y daños. Por corto que sea, no hay un tiempo de separación seguro. La separación siempre daña. Lo correcto es no separar en absoluto. Es difícil aceptar que a la luz de esta información siga separándose sólo por motivos organizativos en nuestros hospitales. Sin embargo es tristemente habitual: la Evaluación de la Estrategia de Atención al Parto Normal en el Sistema Nacional de Salud refleja en que sólo un 50,2% de los partos vaginales se respeta a la madre y bebé sin separarles. En las cesáreas este porcentaje es casi nulo, pues el protocolo habitual de un hospital no permite que el bebé permanezca con su madre en reanimación. El porcentaje de piel con piel en las clínicas privadas es desconocido, aunque sospechamos, por el comportamiento habitual de estas clínicas, que todavía será mucho menor. El Hospital del Tajo recibió hace casi dos años un seminario sobre los beneficios del Piel con Piel, impartido por algunas de nuestras socias. Sus profesionales, convencidos de que no separar es lo mejor, han sabido implementar la parte técnica de la teoría permitiendo por primera vez que madre y bebé permanezcan unidos después de una cesárea, y permitiendo también al padre estar presente tanto en el quirófano como en la sala de reanimación. Todo un lujo si pensamos que lo habitual en los hospitales es que la madre esté sola en estos dos lugares. Queremos agradecer a los profesionales que han transformado la teoría en práctica, que se han documentado sobre la técnica para implementarla, que han realizado los cambios organizativos y asistenciales necesarios haciendo gala de su mentalidad abierta y su audacia. Todo esto demuestra que el factor humano es el valor asistencial mas importante. Hospitales como el del Tajo son un ejemplo a seguir. Desde El Parto Es Nuestro, agradecemos este cambio en favor de la salud y de una mejor atención a las mujeres, recién nacidos y sus familias. Queremos igualmente invitar a otros hospitales a tomar estas mismas medidas, sencillas, sin coste, pero que marcan la diferencia entre mala praxis y una atención correcta.