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2 Abr 2010
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6 comentarios

El juego del miedo

Por Clau707

Hubiera querido poder escribir esta entrada desde la objetividad, pero ha sido imposible. Pido disculpas de antemano.

Vivo rodeada de médicos. Trato de no quejarme de mis males, porque siempre terminan diagnosticándome, aunque yo no lo haya pedido. “Deberías tomar…” “Deberías hacer…” “Si no tomas…” Bromeo en este sentido soltando de vez en cuando mi frase favorita para ellos: Veis un grano y es un tumor.

Parece ser inevitable tratar, curar al enfermo, salvarle la vida. Inevitable y urgente. Aunque no lo demande. Aunque no le apetezca seguir la indicación –qué irresponsabilidad- o prefiera otra: una segunda opinión.

Cuando hablamos de embarazo y parto las cosas son aún más difíciles para la “paciente” (¿enferma de qué?). Los procesos normales se convierten en patológicos y nos analizan más de la cuenta, nos fotografían por dentro y por fuera, nos indican cómo, dónde y cuándo, nos vitaminizan, nos observan. Nos regañan. Nos infantilizan. Nos meten miedo.

Hasta nuestro correo llegan testimonios todos los días. Muchas mujeres- siempre demasiadas- nos cuentan historias de consulta como estas (todas reales):

Sanitario: ¿Edad? 36! ¿Sabes que eres primípara añosa, no? Estás en grupo de riesgo, así que vete haciendo a la idea de que será una cesárea.

Sanitario: Eres pequeña. Con esas caderas no podrás parir un bebé como el que traes.

Ella: (Silencio. Piensa en su madre, de la misma estatura, que tuvo 4 hijos en parto vaginal. Ninguno pesó menos de 3 kilos y medio. No dice nada. Está de 3 meses)

Sanitario: A ver mamá, sube el culete. ¿Pero de qué te quejas? Si esto no es nada, hombre. ¿No eras de las que no quería epidural? ¡Pues ya verás cómo la pides!

Sanitario: ¿Cómo que no quieres hacerte la ecografía? ¿No sabes que te podemos denunciar por poner en peligro la vida de tu hijo? ¿Y te lo quitan ehh? Aquí en España las cosas son diferentes.

A veces son intimidaciones veladas, disfrazadas de buena voluntad. Otras, son amenazas en toda regla. Sin pudor y con total alevosía. Están haciendo lo mejor. Es la madre la irresponsable. Todo un efecto nocebo.

Las madres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos. Estamos dispuestas a hacer lo que tengamos que hacer para que todo salga bien. Anulamos nuestro instinto, nos volvemos dóciles y tímidas. No importa si es una alta ejecutiva con cien hombres a su cargo, o si es la inmigrante que acaba de llegar. Bajamos la cabeza. Somos carne de cañón.

Nos hacen el parto. El juego del miedo es un juego de poder. Es parte de la naturaleza humana; de aquella naturaleza de épocas remotas. Establecer jerarquías, dominar el terreno, imponer reglas. Cazar a la presa.

elpartoesnuestro (unverified)
3 Abr 2010
Por Carol Tras mirar el resultado de la ecografía donde calculaban el peso que tendría mi bebé con 20 semanas de embarazo (300 grms) y pasarme a mí por la báscula después. Me dijo: "Tienes un bebé que ya es enorme y con lo que te estás engordando tú, nos va a costar mucho sacartelo". Subrayo la última frase porque fue textual esas palabras en las que ya dan por hecho que tu no lo vas a parir. Además siempre me trataba como a una niña pequeña que había hecho algo malo. A pesar de intentar hacer oídos sordos a lo que dijo, en cuanto salí de la consulta me eché a llorar con un sentimiento de culpabilidad enorme. Al día siguiente volví a mi centro de salud para cambiar de tocólogo, porque no eran los primeros comentarios de este tipo que me hacía, además de que normalmente no me dejaba ni tan siquiera hablar o preguntar. El último trimestre fui a otra consulta y hubo un cambio notable en el trato. Me alegro muchísimo de haber pedido cambio de especialista. Por cierto, mi hija nació perfectamente sana en un parto natural en casa.
Nuria (unverified)
4 Abr 2010
¿Porque lo consentimos? Somos mujeres inteligentes, capaces de traer al mundo una vida nueva y asumir su crianza. Pero segumos permitiendo que un individuo, por el simple hecho de vestir una bata blanca nos ningunee, insulte nuestra inteligencia y se burle de nuestros deseos. Lo peor de todo es que asumimos que "ellos son los que saben". Agachamos las orejas, nos comemos nuestra rabia y asumimos el papel de buenas pacientes.
Paloma (unverified)
5 Abr 2010
Lo del peso es otro mito del que deberíamos zafarnos sin miedo alguno: En mi primer embarazo engordé 12 kilos. Según el ginecólogo y matrona de la SS estaba corriendo un grave riesgo por haber engordado tantísimo, me empezaron a amonestar en el 4º mes en que tuve la "desfachatez" de engordar 2 kilos de golpe, cuando hasta entonces no había engordado más que 1! Pues bien, en el embarazo bastante tenemos con las naúseas, los vómitos, el estómago alterado y después las malas digestiones y la acidez, como para encima matarnos de hambre para nada. Sí, para nada, porque si no comemos nosotras nos lo robará el bebé de nuestros músculos, tendones, huesos, que necesitaremos para ser unas madres sanas y fuertes, así que comed proteínas (huevos, pescado, carnes, yogures, legumbres) y grasas esenciales (aceites vegetales, de pescado, incluso yema de huevo y mantequilla, que se está demontrando no son malas como se pensaba), que son el lubricante de nuestro cuerpo, en abundancia, a ser posible en todas las comidas. Abstenerse de seguir el absurdo régimen que empieza con "una tostadita de pan integral con mermelada sin mantequilla y un vaso de leche desnatada" ¿Dónde está la "chicha" ahí? Hay que tomar queso, aceite, jamón de york, frutos secos, tofu, una tortilla a la francesa, lo que querais, pero no podeis formar un cuerpo de la nada a base sólo de pan integral, es absurdo. Por otro lado, en el embarazo las hormonas nos ayudan a aprovechar mejor la comida (baja el metabolismo) y se favorecen los depósitos grasos en vientre, muslos, trasero. Pero esto no es nada malo, ya que el cuerpo lo dispone para que tengamos suficiente reserva durante la lactancia. Yo con mis 12 kilos "de más" tuve una niña de 4 kilos y una placenta de 1 kilo, más el litro de sangre (aproximadamente 1 kilo), líquido amniótico y el aumento en el pecho sumarían unos 7 kilos. A los 6 meses de lactancia pesaba casi 3 kilos menos que antes de embarazarme, y eso que comía como un minero asturiano: 5 comidas contundentes al día. Menos mal que engordé "tanto", si no a lo mejor desaparezco...
Paula (unverified)
5 Abr 2010
Nos meten miedo. Esa es la gran frase. ¿Para qué? Para tenernos bajo su poder. Suena fuerte, pero es muy simple. Nos meten miedo por engordar o no engordar lo suficiente. Nos meten miedo cuando después de una bronca nos toman la tensión y claro, "está un poco alta"... ¿cómo no va a estarlo si estoy sulfurada, roja de rabia, amedrentada y/o con ganas de estamparte la báscula y el tensiómetro en esa cara arrogante y paternalista? Nos meten miedo con el azucar, con las caderas, con la miopía, con las anteriores cesáreas, con el temaño del niño, con la placenta, con el líquido amniótico, con la lactancia... Y una, que es mujer, que ha llegado hasta aquí engendrando vida, que es poderosa ya sólo por eso, se convierte en una niñita con miedos, una mujercita incapaz de creer que todo va a salir bien... Algunas tienen la suerte de encontrarse en su camino con buenos profesionales, que fomentan su poder, que no intimidan con augurios catastróficos sobre partos largos, niños grandes, cesáreas seguras... profesionales que miran a los ojos y escuchan las peticiones, los deseos de estas mujeres... que luchan codo con codo con ella para que el bebé que va a nacer tenga un nacimiento digno... Desde aquí mi agradecimiento a esos profesionales que empoderan a las mujeres... ojalá seais un espejo para vuestros compañeros.
Caridad (unverified)
7 Abr 2010
Ginecologa: si sigues dando el pecho perjudicaras a tu nuevo bebe Yo: a si? y donde ha leido eso? creo que esta confundida Matrona: ha si has pedido baja por lumbalgia entonces el resto del embarazo te lo lleva el tocologo porque es de riesgo yo: como? a bueno pues eso haré? jajajaja... Matrona: y eso que es? un plan de parto? y que pides una cesarea programada? yo: no todo lo contrario Ginecologo: te has tomado las multivitaminas que te indique? yo: no G. sep uede saber porque? yo: pues porque no las necesito. Estoy tomando esto otro G: a para que se haga una idea eso es lo que tomaba su abuela, lo entro esta mas completo yo: bueno lo que estoy tomando lo tomo mi madre y eso me dice mucho, la aspirina acaba de celebrar su centenario algunos ejemplillos simplones pero que van haciendo mella
Anabel (unverified)
18 Abr 2010
Y las mentiras en los informes, te mandan ingresar por que la niña viene de culo y además con esa tensión. Claro que la realidad es que se nos echaba la semana santa encima, mira que si me pongo de parto en jueves santo y tienen que molestar a algún ginecólogo. Mi hija que es muy lista se dio la vuelta el mismo día del ingreso. Vaya dijo un ginecólogo, nos lo estás poniendo muy difícil. En el parte de ingreso decía, ingreso por pródromos de parto.