Medicalización rutinaria del parto

¿Qué es un parto conducido o una "dirección activa del parto"?

Según definición de la OMS: aquel que aún habiéndose iniciado de forma espontánea, es manejado para acortar su duración con oxitocina sintética y con la práctica de rotura artificial de membranas.

Importantes avances y descubrimientos en el terreno de la ginecología y la obstetricia, cuya finalidad era la de solucionar problemas específicos se han vuelto en contra de las mujeres y sus hijos al utilizarse de manera arbitraria, injustificada y por rutina para cumplir con determinados protocolos hospitalarios. Es a esto a lo que nos referimos cuando hablamos de “Cascada de intervenciones” que medicalizan innecesariamente el proceso del parto normal.

Este tipo de atención produce un aumento injustificado del número de cesáreas y partos traumáticos (inducciones, extracciones instrumentales, episiotomías) y el ingreso de bebés en unidades neonatales sin mejorar la mortalidad y empeorando la morbilidad materno-infantil.
Es decir que hace correr graves riesgos a las mujeres y a sus bebés, además de suponer el despilfarro de una gran cantidad de dinero, pues se invierten en partos normales y sin riesgo unos recursos totalmente innecesarios y en la mayoría de los casos contraproducentes.
Se estima que sólo el 10% de las intervenciones obstétricas que se realizan habitualmente en España están basadas en la evidencia científica. El 90% restante, por tanto, tiene el potencial de causar daño sin beneficios demostrados.

El daño que genera el actual modelo de atención obstétrica es difícil, por no decir imposible de cuantificar porque en los historiales no se recogen datos como secuelas de las episiotomías o lesiones producidas por los fórceps, ni la incidencia de depresión o síndrome de estrés postraumático postparto. A veces a las recién paridas se les pasan cuestionarios de satisfacción nada más dar a luz, pero ni por el tipo de preguntas que se les hace, ni por la situación física y emocional en que se encuentran tras el parte, sirven para valorar la calidad de la atención ni su satisfacción.

Consecuencias negativas de la excesiva medicalización del parto.

  • Tanto las cesáreas como los partos instrumentales dejan secuelas físicas y psicológicas perdurables, de distinta gravedad en las madres, como depresión y SEPT (Síndrome de Estrés Postraumático) posparto que pueden afectar las relaciones sexuales de la mujer e incluso a sus relaciones familiares, además de reducir su fertilidad.
  • Los trastornos ocurridos en el comienzo de la vida pueden tener una influencia posterior negativa en el desarrollo emocional, físico e intelectual de los niños.
  • Los partos traumáticos y la separación madre-hijo perjudican la lactancia materna y el establecimiento del vínculo afectivo.

El parto es tuyo.

  • Es tu cuerpo, es tu bebé y es tú parto, por lo que tienes derecho a decidir. La ley de Autonomía del Paciente te otorga este derecho.
  • Si has tenido un embarazo normal y el parto también lo es, no requerirás ningún tipo de intervención para dar a luz.
  • Ninguna intervención es obligatoria aunque esté contemplada en el protocolo del hospital.
  • Para poder efectuar cualquier actuación, el personal sanitario debe obtener tu consentimiento informado.
  • Puedes cambiar de opinión y rechazar o aceptar cualquier procedimiento de manera verbal y tu decisión deberá ser respetada.

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Más información:

¿Por qué es tan difícil parir en un hospital? Por Leilah McCracken.

El nacimiento en el nuevo milenio Por Marsden Wagner.

"Nacer en el siglo XXI". Revista "El Mundo de Tu Bebé", nº 221