PEG- CIR

Bebés pequeños: PEG Y CIR

Durante las visitas rutinarias de seguimiento del embarazo –suelen ser tres en la seguridad social y alguna más en las consultas privadas- se estiman el peso y la medida del feto mediante ultrasonido (ecografía). Esta estimación se basa en tres parámetros (el diámetro de la cabeza, el perímetro del abdomen y la longitud del hueso fémur) y se traduce en percentiles para realizar comparaciones estadísticas.
Un bebé es pequeño si se encuentra en el percentil 10 o por debajo y se estima que tendrá un peso al nacer de 2.800 gramos o menos. Es decir, de cada 100 bebés nacidos en la semana 40, 10 bebés pesan 2.800 gramos o menos y 90 pesan más.

¿Le pasa algo a mi bebé por ser pequeño?

Si las ecografías muestran que nuestro bebé es pequeño, es necesario diferenciar si su reducido tamaño responde a una causa fisiológica (el feto está sano y es simplemente de talla inferior a la media) o patológica (el feto tiene una restricción de crecimiento debido a que no le están llegando bien los nutrientes). Hablaremos, pues, de bebés PEG (Pequeño para la Edad Gestacional) y CIR (Crecimiento Intrauterino Restringido). En el primer caso, tan solo se refiere a un punto en la curva de peso (los famosos percentiles), mientras que en el segundo tiene más relación con el patrón de crecimiento del bebé en un periodo de tiempo determinado.
Según la SEGO ("Crecimiento intrauterino restringido", Protocolo actualizado en enero 2009), son considerados PEG los fetos con un peso fetal inferior al percentil 10. De estos, en torno al 80-85% son considerados “constitucionales”, es decir, sin ningún tipo de alteración. Lo primero que debemos hacer es confirmar el tamaño del feto. Las ecografías tienen un margen de error que es necesario tener en cuenta.

¿Y cómo se sabe si el bebé está sano o no?

El sistema para comprobarlo es mediante ecografía Doppler de la arteria umbilical normal. Si esta medición es correcta, el líquido amniótico es suficiente y la velocidad de crecimiento se mantiene, estamos ante un bebé sano; pequeño, pero sano.
Sin embargo, si mediante ecografía Doppler se observa una función placentaria alterada o que la velocidad de crecimiento se reduce y no es constante, estamos ante un caso patológico de Crecimiento Intrauterino Restringido (CIR).

¿En qué influye esto a la hora del parto?

Con respecto a la terminación de la gestación, hay que distinguir también entre fetos PEG y fetos con CIR. En el primer caso, el crecimiento es normal y fisiológico, por lo tanto se debe esperar el inicio espontáneo del proceso de parto, que será totalmente normal y podrá desarrollarse en el lugar que la madre decida.
Para bebés con esta restricción patológica del crecimiento es necesario que la monitorización intraparto del bebé sea continua y que el parto se lleve a cabo en un entorno hospitalario con unidades de neonatología capaces de atender la posible morbilidad asociada a estos fetos.
Si tu bebé presenta un CIR, es necesario realizar controles periódicos durante el embarazo: quincenales, semanales o incluso cada dos días en los casos más severos. Dependiendo del diagnóstico de estos controles y de la edad gestacional puede ser necesaria una inducción del parto, si realmente está comprometido el bienestar materno-fetal (lo que sucede en un reducido porcentaje de casos).
La SEGO afirma que “la terminación de la gestación de un feto con CIR se realizará según los siguientes condicionantes: a término, cuando se documente la madurez pulmonar, si se objetiva una pérdida del bienestar fetal o si la situación materna aconseja la terminación”.
En definitiva, antes de indicar una inducción por CIR tendrían que haber hecho, al menos, una ecografía doppler, y haber valorado todos los factores expuestos anteriormente.

Bibliografía:

• Protocolo SEGO Crecimiento intrauterino restringido Protocolo actualizado en enero 2009.
• Baschat AA. Fetal growth disorders in high risk pregnancies management options. James DK, Steer PJ, Weiner CP, Gonik B (eds). Saunders Elsevier (Publ). Philadelphia, 2006. Chap 12. pp 240-71.
• Articulo Emilio Santos: Fetos Grandes y Fetos Pequeños ("Tu Bebé", 216, Mayo 2011)