La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) niega la Violencia Obstétrica. El Parto es Nuestro responde.
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La violencia obstétrica existe:
Cada “cállate no grites tanto, aguanta que seguro que te gustó cuando lo hacías”
Cada “ayudita” para ponerte de parto, sin permiso
Cada episiotomía no necesaria (casi casi todas)
Cada “Tu veras, si se muere tu bebé por tu capricho de parir a tu manera, será culpa tuya”
Cada inducción no justificada (casi todas)
Cada oxitocina puesta sin pedir permiso
Cada bebé separado de su madre nada más hacernos para hacerle pruebas que pueden esperar o incluso que no se deberían hacer
Cada tacto Sin tacto
Cada biberón colocado en las primeras horas porque contigo se queda con hambre
Cada cesárea innecesaria...
Hay tantos “cadas”, hay tantas mujeres que henos sufrido y sufrimos la superioridad de muchos profesionales que tendrían que estar a nuestro lado en vez de amenazarnos, cortarnos, medicarnos y violentarnos gratuitamente, sin permiso y sin siquiera saber que nos están destrozando.
Sí, la VO existe, y entre todos podemos acabar con ella.

Lo que es moralmente inadecuado y científicamente inaceptable, es que en pleno siglo XXI un comité científico de una sociedad de ginecólogos pueda usar frases como estas:
"las secuelas de un embarazo y parto dejado al albur oportunista"
o
"En el parto, cada individuo se enfrenta de forma solitaria a su destino en 10 centímetros de vagina"
De vergüenza, la verdad.

El comunicado de la SEGO es violencia en si mismo: negación de las vivencias de tantas mujeres, desde una posición de superioridad, mostrando un menosprecio total.
Muestra su nula intención de autoanálisis, su inexistente empatía, su enormísimo ego.
Duele pensar que un organismo representante de los obstetras en este país sea capaz de negar en voz alta la existencia de la violencia obstétrica. ¿Cómo con esa actitud vamos a conseguir que la situación mejore, si niegan que exista el problema?
Duele, y mucho, pensar que gran parte de las mujeres que parimos sufrimos de una forma u otra la violencia machista en nuestras carnes. Lloro por nosotras.

Ideal para tener clarito el estado actual del tema en España. Triste sí, pero necesario para que todos nos demos de bruces con la realidad, y seguir peleando por una atención al parto DIGNA. Gracias al equipo de EPEN por el trabajo que hacéis, ánimo!!