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5 Oct 2015
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Infórmame y decido

El artículo 4 de la Ley de autonomía del paciente (2002) dispone que el personal sanitario tiene la responsabilidad de informarnos de "la finalidad y la naturaleza de cada intervención, sus riesgos y sus consecuencias". Esta información, aclara el precepto, "forma parte de todas las actuaciones asistenciales, será verdadera, se comunicará al paciente de forma comprensible y adecuada a sus necesidades y le ayudará a tomar decisiones de acuerdo con su propia y libre voluntad".

Ya la Ley general de Sanidad (1986) optó por este modelo autonomista (frente al modelo paternalista, propio de un régimen no democrático), en el que el personal asistencial debe informar a las personas usuarias, con la finalidad de que estas tomen decisiones sobre su salud (consentimiento informado).

No obstante, nos tememos que la realidad dista bastante de estas disposiciones legales, y más en el ámbito de la atención perinatal, tras el que en la mayoría de los casos late el enfoque de infantilización de la mujer y de patologización de los procesos de maternidad.

Y en esta situación transitoria, de cambio lento pero imparable, nos resulta más efectivo informarnos nosotras que esperar a que lo haga el personal médico. Efectivo en el sentido de que se mueve más rápido nuestro engranaje personal que el engranaje obstétrico de clínicas y hospitales.

A pesar de que uno de los lemas de nuestra asociación rece "Infórmate y decide", debemos intentar evitar que las mujeres se sientan responsables por no saber, por confiar, por no estar en alerta en su propio parto.

Porque pensamos que decirles No os bajéis las bragas o Que no os separen es poner parches.


Porque necesitamos que seáis conscientes del enorme impacto (positivo o negativo) que tienen vuestras actuaciones en las usuarias.


Porque sabemos que sois vosotros y vosotras, profesionales, quienes también os beneficiaríais de estar permanentemente actualizados y actualizadas y de transmitir esa información a las mujeres, generando una relación de confianza mutua en la que ambas partes salen ganando.