Empoderar a través del parto y la lactancia en un sistema patriarcal
Todavía me sigo sorprendiendo ante los intensos sentimientos que produce en mí el oír esta frase de boca de amigas embarazadas: «A mí, que me duerman entera. No quiero enterarme de nada. Me da igual no ver nacer a mi hija o hijo».
Inconscientes. Infantiles. Débiles. Dubitativas. Inseguras. Incapaces. Aterrorizadas. Tensas. Desconectadas. Violentadas. Aisladas. Deprimidas. Solas. Tristes.
Conscientes. Poderosas. Maduras. Fuertes. Seguras. Capaces. Empoderadas. Relajadas. Concentradas. Unidas. Respetadas. Felices…
Qué inmenso es el poder del patriarcado, el poder del terror, que ha conseguido que las mujeres renunciemos a la experiencia más bella y poderosa de nuestras vidas. Porque les conviene. Porque las mujeres conscientes de nuestro potencial tendríamos capacidad para cambiar el mundo. Porque no quieren una sociedad igualitaria, sino que prefieren tenernos sometidas para poder seguir vendiéndonos sus artilugios para parir, sus preparados para alimentar a nuestras crías, sus mil y un accesorios, para seguir haciéndonos creer que sin ellos no servimos para nada.