Malditos puntos o “cuando se le escapa el pipí”
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A mí lo que me parece increíble es que estudiemos todos los músculos habidos y por haber en el cuerpo humano en el colegio, excepto el suelo pélvico, que ni sabemos donde está, ni qué hace, ni para qué sirve. Casi todo lo que se refiere a la mujer, se obvia o los conocimientos que se imparten están obsoletos o incompletos.

Cuantas menos mujeres comportándose como la "Señorita Pepis" en los consultorios de ginecología y en los paritorios, más perinés y menos desgarros habrán.
Decir bien claro y alto: "Yo me pongo como me dé la gana, empujo a mi ritmo y guárdate las tijeras si no quieres un nuevo corte de pelo".
Menos modositas y más concentradas en el nacimiento de el ser más maravilloso del mundo: nuestr@ hij@.

Cortar la vagina a una mujer sin que lo necesite es ablación.
En otras culturas lo criticamos duramente, nos parece una salvajada cultural, pero entre nosotros, ante más de la mitad de las mujeres con sus vaginas cortadas (literalmente), tan sólo nos permitimos pensar que por algo será.
Mujeres: despertemos, dejemos de permitir que la ablación institucional de nuestras vaginas siga cargándose la vida sexual de muchas mujeres.
Con todo lo que nos ha costado a las mujeres conseguir poder disfrutar del sexo... para perder ahora la capacidad de disfrutar por prácticas anticuadas y machistas, incapaces de concebir que las mujeres saben parir sin necesidad de ayudas extras del bisturí.

Completamente de acuerdo con María y Susana. Lo que tiene narices es que si no vas de modosita, en algunos sitios estás ya sentenciada. Y lo triste es que ya no son sólo los profesionales, sino a veces otras mujeres las que dicen "claro, es que vas de lista y...", justificando prácticas obsoletas sin siquiera saber si alguna vez sirvieron para algo.

Pues me parece que la pobre mujer del reportaje, si a los resultados nos atenemos, tuvo que ir de lista a tope ¿o más bien no sería lo contrario?
Pobre de la que va al parto a recibir órdenes, pareciéndole normal todo tipo de barbaridades y hostilidades (estamos bien domesticadas) y con la disposición a que le extraigan un feto a como dé lugar...
Si no atienden a planes de parto, ni a un educado "no, gracias", una significativa mirada "de perro" (me estoy imaginando las de mi hermana cuando está cabreada ;) ) podría funcionar, que no estamos en esos momentos para mucho más... Y si nada funciona... no hacerles caso, ni a ruegos ni a amenazas...caminar si nos da la gana, no ofrecerles nuestras partes íntimas para que las urguen sin necesidad, no subir al potro, etc. No pueden atacarte y obligarte físicamente sin una orden judicial. Y si te dicen que firmes lo que sea, ni caso.
Si necesitas algo, lo pides y como no te hagan caso, pues ya os vereis las caras después.
Normalmente no hace falta tanto, ya está cambiando algo el panorama, pero hoy por hoy, si lo necesito, eso es lo que haré.

Yo también creo que el mayor escarnio se realiza sobre las mujeres modositas, es decir esas que vamos confiadas que obedecemos todas las ordenes que nos dan que hemos ido a un hospital pensando que ibamos a encontrar "buena gente", que nos ayudaria y cuando te dás cuenta estas drogada incapacitada para defenderte y a mercé de alguien donde el bienestar tuyo y de tu hijo no es lo prioritario.
Las consecuencias de esta triste realidad las sufrirás de por vida
Por eso me parece tan importante esta página, las mujeres deben conocer esta realidad y la única defensa es no hacerles ni caso, griten o te amenacen, tu a lo tuyo.
El parto no es el mejor momento para discutir, pero si es el mejor momento para no obedecer, para hacer lo que te pida el cuerpo y para PASAR OLIMPICAMENTE de esa gente que te rodea.

Cierto, Anabel. Y sobre todo para tener esperanza, conectando con el bebé que cambiará tu vida (siempre para bien, porque un hijo lo pone todo en su sitio si sabes entregarte como sólo las madres sabemos).
Les deseo a todas las embarazadas que lean este blog que no se pierdan, que vayan en busca de su bebé, que tienen más posibilidades de salud los bebés y ellas cuando confían en su propio instinto, que busquen ayuda cuando éste les avise y no el miedo que tengan o que les hayan metido.
Hablando de no perderse, la canción de Diego Torres, en estos casos, es muy sugerente...