La importancia del apoyo familiar y social

La importancia del entorno de la madre para la lactancia

Amamantar es una actividad que pasa a ser parte de nuestras vidas, y además una parte muy importante en cuanto a tiempo y dedicación invertida durante-al menos- los primeros meses de vida del bebé.

Por eso, es crucial que la madre se sienta respetada y apoyada en su decisión en su contexto social.

En ocasiones, la familia y el círculo más o menos cercano, generalmente por puro desconocimiento, cuestionan y dudan de casi todo lo relativo a la lactancia natural, ponen objeciones a la frecuencia de la demanda, desconfían de que no haya un patrón de tomas o un horario. Consideran que solo la leche puede no ser suficiente alimento. Creen que tanto contacto puede desencadenar un exceso de apego y de dependencia indeseable. etc.

Muchas mujeres pueden sentirse sin fuerzas para luchar por su lactancia, especialmente cuando hay dificultades, si se encuentran solas en su decisión, o si se notan juzgadas y continuamente puestas en entredicho, cuanto más si esto ocurre por parte de sus seres queridos. La falta de apoyo es una gran causa de sufrimiento para las madres lactantes.

Tener conocimientos veraces y actuales sobre lactancia no es pues solo de la incumbencia de las madres, sino que es algo importante para toda la sociedad, precisamente para que el entorno de la madre no solo comprenda y respete su decisión de amamantar, sino que la apoye y la celebre tanto como se merece.

Una parte (a veces muy grande) de ese apoyo no encontrado entre sus familiares y amigos, las madres lo hallan en los grupos de lactancia, que son lugares de ayuda entre pares (madre a madre). Y un entorno donde sentirse bien acompañadas y comprendidas por sus iguales, es decir por otras madres que amamantan.

La mayoría de las madres que encuentran apoyo en su entorno para amamantar, viven una experiencia mucho más gratificante, positiva y enriquecedora. Y por tanto más prolongada en el tiempo y más sana para ellas y sus hijos.

También es vital que la familia ejerza un papel de ayuda práctica y apoyo logístico, realizando aquellas tareas cotidianas imprescindibles para vivir: Limpiar, comprar, cocinar, cuidar de otros hijos, etc…

Actividades para las que la madre lactante no dispone de suficiente tiempo ni energía, ya que toda ella se dirige naturalmente hacia el recién nacido.

Las madres que amamantan merecen ser objeto de atención y cuidados por parte de sus seres queridos ya que ellas son el sostén de dos personas en una: ellas mismas y sus bebés.

Tanto a nivel psicológico-emocional como a nivel físico y logístico la lactancia debería ser total y completamente apoyada y sostenida por toda la sociedad.