Dificultades en la succión del bebé

Algunos bebés no pueden mamar de la manera más eficaz para extraer la leche ni más cómoda e indolora para las madres.

Todos los bebés maman como pueden.

Pueden haber dificultades para succionar por múltiples causas, que se pueden clasificar en:

  • físicas-anatómicas
  • fisiológicas- funcionales
  • Por traumatismos

Dentro de las dificultades anatómicas destacan las particularidades linguales y mandibulares.

Anquiloglosia: Lengua sujeta en exceso al suelo de la boca por un frenillo sublingual corto. Existen muchos grados de anquiloglosia y diversos tipos de frenillo sublingual (más o menos evidentes a la vista), que pueden afectar en mayor o menor grado a la succión y a la lactancia de cada bebé.

En ocasiones, el frenillo causa daño en los pezones si se acompaña de una presión excesiva con los labios y las encías, acompañada de fricción, que el bebé ejerce para compensar la escasa movilidad de la lengua; que en condiciones normales es el órgano principal encargado de extraer la leche de la mama.

Otras veces no hay dolor ni grietas y sin embargo el bebé gana poco peso, porque la fuerza de succión es escasa y la lengua poco libre no realiza todo el movimiento necesario para ordeñar el pecho.

A menudo los bebés con anquiloglosia, pasan muchas horas mamando, y no parecen saciarse nunca.

Sin embargo este exceso de estimulación puede desencadenar una respuesta de superproducción en la madre que tiene el pecho siempre lleno y goteando; a veces con obstrucciones y mastitis. En estos casos los bebés suelen ganar peso de forma adecuada o incluso excesiva, y no pocas veces presentan chasquidos al mamar, reflujo, atragantamientos y regurgitaciones continuas asociadas a que tragan mucho durante las tomas.

Los problemas de succión por anquiloglosia pueden paliarse cambiando las posturas del bebé al pecho, de forma que el agarre sea lo más profundo y ventral posible. A menudo ayuda la postura a caballito o del bebé sobre la madre, como en la del afianzamiento espontáneo de la primera toma tras el nacimiento. El secreto está en que le bebé abra mucho la boca y entre la mayor cantidad de pezón posible; a ser posible con la ayuda de la gravedad para que el agarre no se pierda.

Los bebés con dificultad de succión tienden a cerrar la mandíbula y agarrar el pezón con los labios y encías, porque esa es la forma que tienen de de mantener el pecho en la boca.

Si el problema es una escasa transferencia y producción de leche por un bajo estímulo, éste se puede suplir a base de extracciones frecuentes manuales o con sacaleches.

Y si lo que ocurre es dolor por grietas u obstrucciones éstas también han de ser convenientemente tratadas.

En todo caso es importante que una persona formada y experimentada en resolver dificultades de lactancia, revise el frenillo y la succión del bebé, observando clínicamente una toma. Y proponiendo si es recomendable la intervención quirúrgica de la anquiloglosia, que puede hacerse por distintas técnicas, frenotomía o frenectomía, con o sin anestesia, según el tipo de frenillo y la experiencia del profesional. Pero es siempre una intervención menor y sencilla que puede reportar bastantes beneficios.

Hay que mencionar que los frenillos sublinguales cortos también pueden afectar a la dicción, a la respiración y a la deglución durante el resto de la vida, y que no son exclusivamente un problema para la lactancia.

Macroglosia: Lengua demasiado grande, que sale en parte de la boca incluso en reposo. Para el bebé puede ser complicado manejar la succión con esta lengua excesiva y puede tener que hacer un agarre superficial y doloroso.

Retrognatia : mandíbula inferior retrasada en exceso. Esta es una particularidad anatómica frecuente, que a menudo se asocia a la anquiloglosia, y produce unas dificultades muy similares en cuanto a la succión. La retrognatia suele irse suavizando con el tiempo, y desaparecer en torno a los tres meses. Aunque en los casos más acusados puede persistir más. También conviene practicar cambios y manejo postural para ayudar a los bebés con este problema de succión.

Paladar hendido y/o labio leporino. Estas son malformaciones congénitas que impiden la formación del vacío intra-oral imprescindible para succionar. Son un obstáculo evidente, pero no impiden la lactancia, que siempre se puede realizar con la ayuda necesaria, y que estos bebés especiales necesitan aun más para su correcto desarrollo que los que nacen sanos.

En las dificultades funcionales, hay que mencionar:

Hipotonía: Bebés con bajo tono muscular, que realizan una escasa fuerza con la mandíbula y no consiguen que la succión sea efectiva.

Ejemplos son algunos bebés con síndrome de Down, prematuros, etc Aunque también bebés sanos nacidos a término pueden tener bajo desempeño en su musculatura orofacial. En estos casos es importante estar alerta y posiblemente mantener la lactancia con la ayuda de estimulación del pecho extra. Asegurándose de que el bebé recibe siempre suficiente leche.

La hipotonía puede y suele ser transitoria y mejora con ejercicio, tal vez con fisioterapia de la succión, y con el tiempo.

Hipertonía; Exceso de tono muscular, estos bebés se muestran sobre-estimulados, suelen ser inquietos, irritables y tienden a arquearse y a estar en tensión incluso cuando se alimentan. Pueden apretar demasiado el pezón, hacer daño o perder el agarre con frecuencia, al echar la cabeza hacia atrás.

La hipertonía también suele ser un problema temporal. Puede mejorar con fisioterapia.

A veces es producto de un nacimiento traumático.

Y en este punto hay que añadir las:

Dificultades de succión causadas por traumatismo

Son relativamente comunes en casos de partos instrumentales o intervenidos.

Puede haber en la cabeza o en la cara marcas e incluso heridas hechas con forceps, espátulas o ventosas, que causan a los bebés DOLOR y dificultades en los movimientos normales de su boca, siendo el movimiento más importante y complejo el de succionar.

Suele ser necesario tener mucha paciencia y cuidados especiales al poner al pecho a estos bebés, hasta que no están recuperados del todo de sus lesiones.

En todas las dificultades de succión es importante buscar y aplicar medidas paliativas que ayuden a la madre y al bebé a establecer y mantener la lactancia.

Empezando por cambios y correcciones posturales y terminando por cirugía si está indicada y los padres deciden realizarla.

Apoyar lactancias con dificultades es la especialidad de los grupos de apoyo madre a madre, así como de las asesoras y consultoras profesionales y acreditadas para ello.

En la mayoría de los casos, tan sólo pasadas las primeras semanas o pocos meses, la succión de los bebés mejora con el crecimiento y la práctica, y amamantar deja de ser tan dificultoso.