El manejo expectante

El tratamiento expectante consiste en esperar a que sea el cuerpo el que naturalmente desencadene la eliminación de los restos. Sería ideal que un ginecólogo hiciera un seguimiento del proceso, aunque suele ser difícil dar con un profesional respetuoso y que además esté informado y conozca el proceso fisiológico normal que ocurre en estos casos. La expulsión de los restos se dará en un proceso físico que será muy similar a un parto, con expulsión del tapón mucoso, contracciones, expulsivo… También habrá sangrado abundante, más parecido a una regla.

Ventajas del tratamiento expectante:

• Torrente de oxitocina que eleva el nivel anímico de la mujer propiciando una buena elaboración del duelo.

• Experiencia de parir. Autoconfianza en el propio cuerpo, en su capacidad para realizar el proceso. Hay estudios en los que el 70-80% de mujeres elegirían el manejo expectante si se les diera opción.

• Evitar riesgos asociados al manejo activo. No se fuerza el proceso, el tiempo de espera ayuda a asimilar la noticia cuando el aborto se inicia. Evitar el legrado es evitar posibles daños en el útero (sinequias, daños en el endometrio, roturas, infecciones...) que puedan ocasionar infertilidad secundaria. El proceso en el hospital puede ser muy traumático por la falta de apoyo y la frialdad del personal.

• Intimidad. Al sacer el proceso del entorno hospitalario la mujer ya no es una paciente. Puede beneficiarse del apoyo de su familia y entorno más cercano.

• Posibilidad de despedirse o hacer lo que la familia considere más acorde con sus sentimientos, incluido enterrarlo o hacer una ceremonia o ritual de despedida. En el hospital acabará como “residuo sanitario”. Es difícil recuperarlo y más aún darle sepultura.

• Dar tiempo para detectar posibles errores.

Desventajas del tratamiento expectante:

• La mujer que elige este modo de despedir a su bebé se encuentra muchas veces teniendo que hacerlo sola, sin asistencia médica, sin controles… Cada vez es más sencillo encontrar profesionales que respeten los ritmos naturales de la mujer, sin prisas, sin pretender inducir… Aunque estos generalmente son profesionales que trabajan desde el ámbito privado.

• Al realizarse la expulsión de los restos en casa, no hay posibilidad de llevarlos al hospital a que los analicen, pues han de darse unas condiciones de esterilidad muy concretas que en casa no se dan.