Qué hacer para evitar que algo vaya mal o si ya ha ido mal
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Antes de dar a luz infórmate, lee, pregunta, visita los hospitales, conversa con profesionales distintos, comparte tus inquietudes con otras personas.
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Si vas a dar a luz en un hospital o clínica, presenta un escrito con tus decisiones informadas (Plan de parto).
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Si vas a dar a luz en casa, también debes conversar con el/la profesional que te va a asistir sobre tus expectativas y prioridades y sobre las alternativas existentes. En general, los asistentes de parto en casa son abiertos y comunicativos, y si has optado por esta atención, quizás tengas mucho en común con ellos/ellas. A veces, esto hace que demos por sentado que nuestras expectativas, creencias, prioridades y límites son los mismos, algo que no necesariamente ocurre.
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Si no te sientes bien atendida en algún aspecto o desatendida, has sido separada de tu bebé y no te lo devuelven a tu requerimiento, pide a un acompañante que lo haga constar, en el acto, presentando un escrito en Atención al Usuario o registro si lo hubiere y quédate con copia sellada de la presentación. Pregunta a las personas con las que compartas habitación o a otros potenciales testigos si estarían dispuestos a testificar sobre lo ocurrido y toma sus datos de contacto.
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Antes de reclamar, pide copia íntegra de tu Historia Clínica. Tienes derecho a ello y no hay un plazo determinado para hacerlo, aunque sí para iniciar acciones legales.
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Si no te encuentras bien después del parto: dolor, incontinencia, dificultad en las relaciones sexuales, tristeza... y los profesionales a los que te diriges le restan importancia, no te resignes y busca ayuda cualificada.
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Guarda siempre los partes de baja y facturas de gastos médicos y de farmacia relacionados con tu proceso de recuperación postparto.
Francisca Fernández Guillén, abogada