¿Casa de nacimientos? Las prioridades están en otro sitio...

El pasado 7 de febrero, el futuro de la Casa de nacimientos de la Plana saltó al Parlamento autonómico valenciano con una pregunta al conseller de Sanidad, Marciano Gómez. La respuesta: no es prioritario. Aunque el gobierno autonómico no está en contra (¿ni a favor?), lo cierto es que entre las prioridades de la Conselleria no se encuentra el desarrollo de este proyecto tan demandado por las mujeres usuarias y las asociaciones que defienden sus derechos. Entre otras muchas, la Associació de Comares de la Comunitat Valenciana, la asociación Mamare y nuestra asociación, presentes en la sesión.

En concreto, el Conseller respondió a las mujeres que insistimos en la importancia de apostar por el desarrollo del proyecto de la Casa de nacimientos del Hospital de la Plana que no es una prioridad, como sí lo es que en el siglo XXI los ciudadanos de la Plana se realicen colonoscopias con sedación. ¿Casa de nacimientos o sedación en la colonoscopia? No se puede tener todo.

Sin despreciar la importancia del ejemplo ofrecido por el Conseller, no podemos más que insistir en que la salud materno-infantil, la atención al parto conforme a la evidencia científica y la posibilidad de que las mujeres den a luz de la forma más respetuosa posible también debería ser una prioridad en el siglo XXI.

Desde El Parto Es Nuestro, en enero de 2024 ya remitimos un carta al Conseller de Sanitat insistiendo en nuestra preocupación ante la falta de presupuesto autonómico para ejecutar lo ya previsto y recordando que:

El modelo asistencial de las casas de nacimientos ofrece múltiples beneficios tanto a las mujeres como a los profesionales y supone un ahorro en términos económicos, además de estar ampliamente avalado por la evidencia científica. 

Los cuidados continuados por parte del mismo equipo de matronas durante el proceso y una buena práctica clínica avalada por la evidencia que justifica este tipo de centros liderados por matronas adosados y comunicados con un hospital, ofrecen mayor seguridad en la atención al parto y mejores resultados maternos y neonatales así como un mayor grado de satisfacción.

Efectivamente, no hay duda de que las unidades obstétricas no hospitalarias como la planificada en Vila-real benefician a las mujeres con partos considerados de bajo riesgo. Y no solo a las mujeres y a la infancia, también benefician potencialmente a las arcas públicas como consecuencia de reducir la medicalización, las estancias hospitalarias y los problemas derivados de la iatrogenia. De hecho, si el problema de la Sanidad valenciana es que falta sedación en las colonoscopias, probablemente podría cubrirse ese gasto con el ahorro en anestesia epidural generado en la Casa de nacimientos.