LaVozEsNuestra
26 Feb 2018
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4 comentarios

Invitación a la reflexión

En el 15 aniversario de El Parto es Nuestro, recordamos la campaña La Voz Es Nuestra con la carta de reclamación de M.S. al ginecólogo que atendió el nacimiento de su hijo.

Apreciado Dr. J. G. S.:

Me pongo en contacto con usted mediante la presente carta ya que, dada la confianza con que me puse en sus manos para atender el embarazo y parto de mi hijo, me siento obligada por la misma a invitarle a reflexionar sobre las prácticas innecesarias y contra evidencia científica y recomendaciones de la SEGO y OMS que usted y su equipo médico realizaron sobre mí y sobre mi hijo hace ahora cuatro años y medio. A saber:

- Maniobra de Hamilton
- Inducción al parto sin motivo médico y sin haberse cumplido las 40 semanas de gestación
- Estimulación con oxitocina con test de Bishop desfavorable y sin oportunidad de borrar el cuello del útero con prostaglandinas
- Aminorrexis
- Tactos frecuentes (al menos cinco en menos de diez horas)
- Infantilización y toma de decisiones unilateral
- Ausencia de un verdadero consentimiento informado sobre las prácticas que iban a efectuarnos
- Cesárea innecesaria sin muestras de pérdida de bienestar fetal o cualquier otro indicativo de urgencia para la finalización del trabajo de parto
- Separación rutinaria de mi bebé que impidió el contacto piel con piel y el inicio espontáneo de la lactancia materna en los primeros momentos de vida

Además de todo lo anterior, creo que como médico he de hacerle saber dos cosas:

- En primer lugar, sus prisas no eran las de mi familia, pero nos las impusieron. La consecuencia fue el robo del que debía ser el momento más feliz en mi vida y la de mi marido. Y, lo que es peor, el robo de ese momento único que es el nacimiento dejó a mi hijo desposeído de infinitos derechos; el primero, elegir el día en que estaba listo para nacer. Pero, además, se vio privado de los beneficios que conlleva el inicio del parto espontáneo y el nacimiento por el canal natural de parto. Ese impacto en su salud, como en la mía el de haber sufrido una cirugía abdominal mayor, lo desencadenaron ustedes con sus prácticas rutinarias, innecesarias e injustificadas.

- En segundo lugar, le invito a reconsiderar su forma de atender a las mujeres que depositamos en usted tanto, y de tanto valor. Las consecuencias de su actuación no sólo tienen efectos en lo físico, sino también en lo psicológico, y de ninguna manera se concibe que la confianza brindada sirva para arrebatar la dignidad y el bienestar de sus pacientes. Sus decisiones, especialmente las arbitrarias, tienen un impacto en las vidas que pasan por sus manos.

Finalizo por último indicándole que, además, su diagnóstico para llevarme a quirófano fue errado. Ni mi pelvis es estrecha, ni la cabeza de mi hijo era demasiado grande. No existe la supuesta desproporción céfalo-pélvica que consta en mi historia clínica. De ser así, no habría podido parir vaginalmente a mi segundo bebé hace ahora dos años. Quizás no fuera siquiera un diagnóstico, sino la justificación en el informe para poder cerrar el día con mi parto "atendido".

No dudo de que una persona con su experiencia y conocimientos sabrá replantearse su posición sobre el tipo de atención que desea dar a sus usuarias. Puede ser que lo ocurrido fuera imprescindible para que a día de hoy esté donde estoy; y para que usted recuerde los principios de cuidado, respeto y afecto que le llevaron seguramente a elegir esta profesión de manera que ninguna mujer más tenga que lamentar haber confiado en su atención como yo he hecho.

Saludos cordiales,

M. S.

Campaña La Voz Es Nuestra

Imagen extraída de pixabay.com

Karin Lungwitz
26 Feb 2018

Me siento identificada por el gran camino recorrido. Terminamos siendo expertas en técnicas que no nos competen, para argumentar y defendernos, cuando deberíamos estar concentradas en amar y abrazar a nuestra familia. 
Se convierten en fieras al acecho, con intereses financieros y egoístas, cuando deberían ser guardianes discretos. 
Un gran abrazo, M.S.

 

Julia Alonso Soto
1 Mar 2018

Mi conclusión es que la mayoría de la gente no quiere complicarse la vida, solo piensa en cumplir y cobrar su sueldo

Hanna (unverified)
3 Mar 2018
Me parece muy bien que le hayas escrito esa carta de denuncia y protesta por las malas prácticas en el parto. Hice lo mismo, dejando una carta a los profesionales que nos atendieron a mí y a mi hija. Me chirrían únicamente esos "saludos cordiales". Yo le dejaría sin ninguna cortesía por todo el mal que ha causado.