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17 Jul 2017
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8 comentarios

Lo importante es que el bebé está bien...

Escrito por Elena L.

"Lo importante es que el bebé está bien"

"Deja ya de darle vueltas, ahora toca ser felices"
"¿Qué importa ya todo eso? Te queda una vida entera con tu hijo"
"Son las hormonas. Estás demasiado sensible. No te deberías sentir así."
"¿Pero tú qué pensabas que era parir?"
"Estás exagerando mucho, todo fue por vuestro bien. Mira a tu bebé"


Y la sentencia, la conclusión, el punto final que no deja lugar a más réplica:

"Lo importante es que el bebé está bien"

¡Ay, la leche!

Hoy hablo de nosotras, las "desagradecidas" del bebé sano.

Somos esas desagradecidas que hemos pasado por una cesárea, por un parto instrumentalizado, por una separación de nuestro recién nacido. Nosotras, que hemos sido tratadas de una manera paternalista, o las que hemos parido siguiendo instrucciones y no siguiendo instintos. Somos aquellas por las que se ha decidido sin preguntar. O quizás, por eso del consentimiento, sí que nos preguntaron pero con ese lenguaje de la manipulación en el que solo puedes contestar en una dirección. Quizás nos propusieron ser coherentes y si nos encontraron algo díscolas (¡será posible!) nos dijeron eso de que si no acatas será tu responsabilidad - ¡como si no lo fuese de cualquier manera! ¡todo en mi embarazo y parto es mi responsabilidad oiga!

Digamos que de alguna manera u otra nos hicieron pasar por el aro.

"A cambio" nos entregaron un bebé sano y como si esto fuese un contrato resulta que no tenemos derecho a sentirnos mal, no tenemos derecho a pensar sobre lo que pasó porque "todo salió bien".

¿Todo?

El dolor no es inventado. Por muy incomprensible que resulte a los demás y a nosotras mismas. Tenemos esa voz interior que nos dice que no todo salió bien, que se podrían haber intentando otras opciones, que esto o aquello no fue realmente necesario, que quizás faltó tiempo, información, opciones, tranquilidad, apoyo, humanidad... Que el protocolo pensó en que "todo saliese bien" pero se olvidó de la naturaleza del momento del parto. Muy a menudo no nos damos cuenta del alcance de lo que se ha provocado.

El primer paso para empezar a comprender esta madeja de pensamientos y emociones es poner un poco de orden. Esto es lo que intenta la mujer una y otra vez contándolo, verbalizándolo, escribiéndolo: desliar la madeja. Una búsqueda pertinaz de que se validen sus vivencias. Pero muy a menudo las frases antes citadas dejan a la mujer arrinconada, solo se le permite el silencio, ese empeño en recordar parece que ya molesta.

Es fundamental buscar y encontrar empatía. Quizás has llegado aquí en esa búsqueda. Esto es lo que hacemos nosotras, nos ayudamos a desenredar las madejas, nos damos voz las unas a las otras, cada una desde su experiencia y desde su manera de ver la vida. Vamos a llamar a las cosas por su nombre. Vamos a entender por qué nos sentimos mal, y, aunque tengamos un bebé feliz jugueteando en los brazos, vamos a permitir a las lágrimas brotar por el parto robado, por la separación, por la desvinculación, por el sentimiento de fracaso, o por lo que sea que nos haya ocurrido.

Estamos aquí, en las redes sociales, en la maravillosa lista de correo de apoyocesareas, estamos en las reuiones de grupos locales, organizamos eventos, asambleas y saraos varios, aquí siempre vas a encontrar comprensión: somos muchas como tú y estamos cambiando las cosas.

TIENES RAZÓN: sencillamente no todo salió tan bien.

Es completamente normal cómo te sientes.

Bienvenida al deslío de la madeja.

YLND86 (unverified)
17 Jul 2017
Ya han pasado casi 9 meses de mi parto y cada vez que leo algo o lo recuerdo sigo llorando y me pregunto si algún día dejará de doler
MC (unverified)
17 Jul 2017
GRACIAS por estar. Porque por momentos he llegado a pensar que era la única que se sentía así, fracasada por no haber podido tener el parto que quería, empujar por mi niña, ayudarla a salir. Mi hija venía de nalgas y me puse de parto semanas antes de una cesárea ya programada. Agradecí que se presentara por sorpresa, porque tenía la sensación de que mi parto tan programado era como ir a un dentista a sacar una muela. Mi pequeña me regaló esa ilusión de los nervios, de romper la bolsa, de correr hacia el hospital. Todo lo que una escucha es "es lo que hay que hacer", "es por su bien", y no lo dudo...pero hay que entender entonces que yo, como madre, sienta pena por no haber sido lo que soñaba desde que me enteré del embarazo. Nadie me entendía cuando lo expresé, y acabé callándome lo que sentía, para mí sola. Me dolió tanto que me dijeran "Mejor así, ¿tú sabes lo que duele un parto?". Como si acaso supieran lo que duele una cesárea, más allá de la herida que se ve. Tuve suerte de que el equipo médico que me atendió fue maravilloso, me dieron mucho cariño en el quirófano (desde palabras tranquilizadoras, caricias en la cara...) hice piel con piel con mi niña, luego el papá me acompañó en la reanimación... dignos de mencionar porque sé que no en todos lados son así los partos por cesárea. Fue en el Hospital Costa de La Luz de Huelva.
maiderkoro
18 Jul 2017

Elena, solo para decirte que me encantó tu entrada... me parece que describes exactamente mis vivencias y lo que me acercó a El Parto es Nuestro. Mil gracias por tus palabras

Ainara84
26 Jul 2017

Es curioso como despues de dos años, me doy cuenta de que hay algo roto dentro de mi..., de que todas las veces que contaba mi "no parto" de una forma agradecida, pues la recuperacion de la cesarea habia sido buena, en el fondo trataba de ocultar el dolor que sentia en el alma.

Hoy gracias a vosotras, y vuestras experiencias me doy cuenta de las marcas que tengo y no hablo de la cicatriz que tengo en mi vientre.

Mi niña nacio hace dos años, por cesarea. 

Parto inducido en la semana 40+6. 

Primero el gel, oxitocina, rotura artificial de bolsa y tras aproximadamente 5 horas, realizacion de una cesarea.

Si bien es cierto que decidi yo cesarea, tambien es cierto que en ese momento entre mis nervios, inexperiencia y total confianza en mi ginecologo me hubiera tirado por un puente si me dice que era lo correcto.

Aunque pienso que en gran medida la decision fue "correcta", pues mi nña nacio con un derrame en la cara, y el ojo morado porque estaba haciendose daño con no se que parte de mi cuerpo, y por lo visto se habia hecho caquitas dentro, hay una voz interior que me pregunta, y si hubieras esperado mas?, si hubieras dicho no a la induccion y la hubieras retrasado unos dias?, si no hubieras dicho si a la cesarea y hubieras esperado y confiado en tu cuerpo?......

Son preguntas sin respuesta que siempre rondaran mi cabeza, que no dejaran de dolerme.

Recuerdo como mientras me llevaban sola a quirofano, yo temblaba de miedo, frio y nervios..., como mientras escuchaba las historias del fin de semana de los medicos que habia por ahi de repente un señor se me tumbaba encima de mi barriga para con su brazo ejercer presion en mi vientre ( mas tarde descubri que se trataba de la maniobra Kristeller). Recuerdo oir una voz que decia, metele la mano tu que la tienes mas pequeña.. porque mi niña estaba muy alta.

La vi apenas unos segundos, muy sucia y boca abajo, la tenian cogida por los pies y se la llevaron a limpiarla, ahora te la traemos me dijeron, y senti un sueño muy profundo del que no pude escapar. Cuando desperte, me subieron a la habitacion donde estaba mi niña haciendo el piel con piel con su papa, yo que creia que habia estado dormida 5 minutos, resulta que hacia como unas dos horas que me habian separado de mi niña.

Es cierto que la recuperacion fue rapida, pero creo que ese es mi pensamiento de consolacion.

Actualmente vuelvo a estar embarazada. 

Ahora con un monton de informacion bajo el brazo, ademas de un plan de parto ya entregado. Estoy en sem.39+6 y con mi cabeza super positiva y convencida de mi parto natural, aunque confieso que a medida que pasan los dias sin que mi cuerpo arranque se me va escapando un poquito de fuerza.

 

Deseo poder escribiros que todo ha salido como tantas veces soñe.

un abrazo