Fran legal
22 Sep 2016
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Defiende tus derechos... si puedes.

Por Francisca Fernández Guillén (Abogada)

legal@elpartoesnuestro.es

Hace algún tiempo escribí un artículo sobre los pros y contras de demandar y cómo decantarse por la reclamación, la queja o la demanda. El tema sigue siendo de la máxima actualidad y por eso voy a hablaros de los despachos de abogados que se dedican a las negligencias médicas.

Estos bufetes, y sus organizaciones pantalla, suelen publicitar indemnizaciones fantásticas, acuerdos transaccionales inmediatos, sentencias estimatorias por doquier. Es lógico que omitan contarnos que enfrentarse a un pleito es costoso y largo y conlleva el riesgo de que, además de haber sufrido el daño, el litigante tenga que pagar las costas del proceso, porque eso les haría perder clientes. Y es una cuestión seria porque cuando se pleitea contra la Administración y sus aseguradoras - algo frecuente- te enfrentas a dos adversarios y las condenas pueden ser exorbitantes.

Algunos de estos abogados que prometen el oro y el moro, además de callar o minimizar el espinoso asunto de las costas, ofrecen no cobrar honorarios más que si se gana. Esto tiene dos efectos perversos: que si no prevén una indemnización tan fuerte que compense el inmenso trabajo que supone llevar un caso de este tipo, ponen excusas como la “falta de viabilidad” para no llevarlo. Con ello dejan indefensa a la persona que ha sufrido daños morales de los que no dan lugar a indemnizaciones grandes, como por ejemplo los que se refieren a Derechos Humanos de las mujeres y los niños en la atención al parto, donde ha habido trato vejatorio o separación o intervenciones forzadas pero no muerte o lesiones físicas graves.

Otro efecto perverso es que, para poder mantenerse, trabajan en masa, a destajo, y con peritos que emiten sus informes por precios por debajo del mercado. Eso tiene consecuencias en la calidad del trabajo ¡Cuántas veces no me han llegado pacientes a los que su abogado había dejado caducar el plazo, o cuyo perito les había aconsejado mal! Por no hablar de lo difícil que les resulta contactar con su abogado a lo largo del proceso, el escasísimo tiempo que dedican tanto al caso como la relación con el cliente…

Como activista de la humanización de la atención al parto, como feminista y como profesional del Derecho quiero y creo que es bueno que el mayor número de mujeres luche por sus derechos. También pienso que vale la pena asumir riesgos, pero creo que es mi obligación advertir de que no todo el monte es orégano. Así pues, sirva este post como advertencia para no dejarse deslumbrar por las “indemnizaciones rápidas” y en otro momento seguiré contándoos los intríngulis del ejercicio del Derecho Sanitario.

Más información:

Quejas y reclamaciones

María Emilia de Sousa Báez (unverified)
21 Sep 2018

Enviado por María Emilia d… (no verificado) el

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Fantástico artículo. Yo como abogada, feminista, y dedicada a reclamar partos desgraciados y cesáreas innecesarias, suscribo cada una de tus palabras...