Compartimos hoy una gran noticia. Estamos ante un caso en el que un hospital huye del corporativismo, se posiciona y aboga por hacer prevalecer los derechos de las pacientes ante una reclamación por mala praxis.
En palabras de la propia mujer que denunció el caso:
“El pasado mes de septiembre, durante mi segundo embarazo, me practicaron una exploración vaginal contra mi manifiesta voluntad. La tocóloga aprovechó el momento en que me tenía en litotomía para realizarme la prueba del estreptococo y, aunque le dije que parara, hizo igualmente la exploración vaginal.
Me sentí, obviamente, violada.