Rebeca Lopez
19 Sep 2016
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Me ataron 12 horas sin poder ir al baño, con sed, sin ninguna justificación.

Hace unos meses se publicaba esta noticia de eldiario.es. La noticia, publicada el pasado 5 de Marzo, denuncia las llamadas contenciones mecánicas, usadas en las unidades de psiquiatría de los hospitales para inmovilizar a los pacientes allí ingresados. ”Medidas prohibidas en países como Reino Unido y con un informe de Naciones Unidas que insta a los estados a prohibirlas”.

Lo que nos llama la atención es el título de la noticia: “Me ataron 12 horas, sin poder ir al baño, con sed, sin ninguna justificación”. Nos llama la atención porque nos recuerda a tantos y tantos partos en los que, sin usar correas o contenciones mecánicas, se usan palabras que atan y dañan a la mujer que está de parto. A muchas mujeres todavía se les prohíbe levantarse de la cama durante el parto, ni tan siquiera para ir al baño. No son atadas con correas a la cama pero sí son inmovilizadas con monitores con cables cortos o enchufadas a sueros o a goteros de oxitocina sintética impidiendo la movilidad o dificultándola bastante. En ocasiones la inmovilización es verbal “no te muevas que se pierde la señal del latido del bebé“ o “no te muevas que al bebé no le gusta”. Aún nos llegan relatos de cesáreas en las que sí atan literalmente a las mujeres, solas, indefensas, frías, tiritando, incapaces de tomar a sus bebés en sus brazos tras ser extraídos de sus úteros calientes.

Por otro lado existen aún numerosos hospitales en los que todavía se prohíbe literalmente beber o comer a la mujer en trabajo de parto. ¿Qué dice la evidencia científica al respecto de la inmovilización y la ingesta de líquidos y alimentos?

Respecto a la inmovilización, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1996 en su Guía “Cuidados en el parto normal: Una guía práctica” dice: “En conclusión, no existe ninguna evidencia que apoye la posición supina durante el período de dilatación”. Y el Ministerio de Sanidad y Consumo (MSC) en el año 2010 en su “Guía de Práctica Clínica Sobre la Atención al parto normal” (GPCAPN) aconseja: “Se debe alentar y ayudar a las mujeres, incluso a las que utilizan analgesia epidural, a adoptar cualquier posición que encuentren cómoda a lo largo del periodo de dilatación y a movilizarse si así lo desean, previa comprobación del bloqueo motor y propioceptivo”.

Respecto a la ingesta de líquidos y alimentos, la OMS afirma: “Un parto requiere una cantidad enorme de energía. Como la duración del parto y nacimiento no pueden ser previstos, las fuentes energéticas deben ser garantizadas de cara a lograr el bienestar materno y fetal. Una restricción severa de fluidos pueden conducir a una deshidratación y cetosis. En conclusión, la nutrición es un asunto de gran importancia y a su vez de gran variabilidad. La manera más apropiada de abarcar el asunto parece ser no interfiriendo con los deseos de la mujer respecto a la comida o bebida, porque en el parto normal debe existir una razón de peso para interferir con el proceso natural”. En la misma línea la GPCAPN del MSC afirma “Se recomienda permitir la ingesta de líquidos claros durante el parto. Se recomienda que las mujeres sean informadas de que las bebidas isotónicas son eficaces para combatir la cetosis, y por ello, preferibles a la ingesta de agua”.

Nos quedamos con esta parte del artículo que citábamos al principio: “Se pueden eliminar las contenciones mecánicas de la práctica de los servicios, es cuestión de formación, de tener suficiente dotación de personal, de voluntad y de crear una cultura de respeto hacia los derechos humanos”. También se explica que “es imposible mantener relaciones saludables y terapéuticas con el personal que lleva a cabo estas prácticas. Todo se rompe, principalmente la confianza, en el momento que existe coerción”. Lo mismo ocurre en el momento del parto, una adecuada formación por parte de los profesionales de las unidades de maternidad, suficientes matronas para acompañar a las mujeres y a sus parejas y voluntad, sobre todo voluntad, permitirán crear una cultura de respeto a los partos, a las mujeres y a sus bebés.