Andrea Moreno Wray
10 Jun 2016
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Crónica de una lucha anunciada para partos respetados

Temprano en la mañana, como ahora comienzan mis días, desperté con alegría inmensa, carteles listos y gran expectativa. Mi pareja-compañero Mateo, mi wawa (bebé) Rumi, mi hermana Daniela y su pareja Pedro nos dirigimos a la Asamblea Nacional para hablar de parto respetado. Con los mensajes de apoyo del movimiento de parto respetado en Argentina y en Chile integrados por feministas (mujeres y hombres), parteras, doulas, médicos, y madres y padres “conscientes”, a quienes pude conocer hace unos años (“vamos compañeras por una ley de parto respetado en Ecuador”; “estamos con ustedes porque se integre a la participación ciudadana en esta ley que se debe ir construyendo”).

Rumi se durmió en mis brazos en el camino, y al equivocarnos de puerta de ingreso la cosa inició muy bien, la mujer policía nos hizo pasar por ese ingreso para evitarnos caminar un gran trecho con la wawa en brazos, sentí que se respiraba un ambiente diferente, de atención a nuestros derechos y los de nuestros hijos (esperamos que eso dure y se esparza), fuimos llenando la sala María Lequerica de madres, wawas y familias, y de algunas de nuestras consignas: “exigimos el piel con piel y que no nos separen al nacer”; “con nuestras mamás parteras por un parto intercultural”; “en los hospitales que nos devuelvan nuestras placentas” y mi pancarta personal: “Yo parí en casa, con partera. Semana 41. 24hrs de labor. Wawa de 8lbrs. Vuelta de cordón”, al levantar orgullosa mi cartel la señora que estaba sentada junto a mí, sonrió y me felicitó diciéndome que ella era partera del distrito de Quito y que le daba alegría ver mi cartel.

Importantes cosas fueron dichas en el Foro ayer, un buen discurso de Gabriela Rivadeneira al que a su vez le dijeron que era mucho más abierto y completo que su propuesta de ley, que sería indispensable seguir trabajando (parecen estar abiertos y seguiremos ahí para incidir en esta naciente propuesta de ley para que esta gran oportunidad no se pierda).

Se dijo que esta ley debe garantizar nuestros derechos para que realmente podamos elegir cómo parir, porque… ¡no lo estamos haciendo!. Un porcentaje muy alto de mujeres duda si no tuvo otra opción para recibir a su hijo como soñaba hacerlo, otro gran porcentaje de nosotras sabe con claridad que fue violentada en uno de los acontecimientos más importantes en su vida (porque no es un romanticismo, sino parte importante de nuestra vida sexual).

Por eso fuimos a la Asamblea, para que la información que se nos entregue no sea sesgada, ni manipulada para la conveniencia de otros y sus creencias personales, o basada en conocimientos caducos sobre el embarazo, el parto y el puerperio, para que a cada mujer que elija como parir se le garantice un trato respetado para tener así partos vaginales y cesáreas humanizadas, para que cada niño que decida nacer sea recibido con amor y buenas prácticas que no estén hechas a comodidad de los médicos y su institución en lugar de velar por el recién llegado, para que se le garantice el piel con piel, la no separación de su madre, el corte tardío de cordón, y que no le van a someter a protocolos innecesarios.

Como dije antes, mucho se dijo en el Foro; Belén, socia de El Parto es Nuestro, muy valientemente compartió su relato de parto en el que vulneraron sus derechos -como es el caso de muchas mujeres en nuestro país- y así en los pasillos de la Asamblea empezaron a surgir los relatos de partos con violencia y prácticas inhumanas. Pensando en lo que se dijo pero no se escuchó en los parlantes… una chica que estaba con su bebé me contó que su parto había sido terrible, que le violentaron de muchas maneras: no le dejaron parir acompañada, no le dejaron libertad de posición, le hicieron diez tactos durante su labor, practicados cada uno por diferente persona: estudiantes y médicos, no le dejaron comer ni beber, no respetaron su tiempo de labor interrumpiéndola en dilatación 5 para realizarle una cesárea sin consultar ni con ella ni con su familia, que estaba afuera desesperada sin saber qué estaba pasando, a su esposo le dejaron entrar 10 minutos para que “él pueda ver a su esposa” y luego lo sacaron nuevamente, le practicaron una cesárea que casi la desangra aludiendo que el bebé “estaba a punto de tener sufrimiento fetal”, y le separaron de su hija durante 24 horas.

Si todavía existe gente que cree que estos casos son aislados les invito a escuchar a las mujeres sus relatos de parto, pregunten a las madres que conozcan y podrán ver cuál es la situación de las parturientas en nuestro país a nivel económico.

Sobre lo que no pudimos escuchar y a mi parecer debió tener un espacio en el panel de expositores, fueron las palabras de las mamás parteras que, por suerte, llegaron respondiendo a una invitación que pude hacerles por medio de una de las parteras que me acompañó en el parto, fue así que las parteras de la asociación de Cotacachi Jampik Warmi Kuna llegaron, pero creo que la Asamblea debía haber hecho invitaciones específicas a las asociaciones de parteras tradicionales del país, y que quede claro que no lo digo para restar validez a lo que sucedió ayer en la Asamblea sino para aportar en lo que estoy segura enriquecerá el naciente proyecto de ley.

Ya que, como sí fue dicho en el Foro ayer, la ley debe incluir a parteras y doulas, y para ello sin duda hay que dialogar con las que han custodiado los saberes para recibir a los wawas de buena manera, porque está muy bien que lo diga la OMS y que se conozca por Michel Odent pero hay que saber y reconocer que las parteras han realizado partos respetados desde siempre en estas tierras, porque han sabido acompañar a las madres respetando sus tiempos de labor, porque nunca han cortado un cordón inmediatamente, porque nunca han botado a la basura nuestras placentas, porque nos han acompañado en el postparto con aguas, emplastos y demás, y por muchas cosas más.

Como dijeron Thais y María, socias de El Parto es Nuestro, el parto respetado no es una moda sino un derecho de las mujeres y los niños, y no puede depender de un asunto económico sino que son derechos que se nos deben garantizar.

Es así que nos encontramos contentas por haber sembrado en la Asamblea unas buenas semillas que se vienen “macerando” por mucho tiempo, y somos muy conscientes de que esto no acaba de iniciar y mucho menos está terminando, seguimos caminando para llegar a un buen parir y un buen nacer. Estamos atentas para asistir y ampliar esos espacios de diálogo de los que habló la comisión de salud de la Asamblea. Esperamos también que las dos propuestas de ley, la presentada por la Presidente Gabriela Rivadeneira y la presentada por la asambleista Lourdes Tiban, (hubiera sido bueno que nos entreguen documentación de ambas) se puedan integrar, enriquecer y ampliar en una gran propuesta de Ley de parto respetado integrando las prácticas y saberes del parto intercultural.

La jornada terminó y en el micrófono se escuchó un reconocimiento al padre que se encontraba con su wawa en brazos, por ser un síntoma de que las cosas van cambiando, porque es así, esto es un asunto de todos. Que alegría, orgullo y alivio me da que mi pareja-compañero sea un traidor del patriarcado.

Gabriela Silva (unverified)
1 Feb 2017

Enviado por Gabriela Silva (no verificado) el

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Nuestro cuerpo, nuestros hijos, nuestra decisión, y el derecho a ser informadas sobre opciones de parto, a ser preparadas durante el embarazo para un parto Humanizado ... felicitaciones