Susana Ferreiro Mediante
14 Ene 2013
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3 comentarios

Enfermedad hereditaria

Carezco de pruebas concluyentes y de estudios detallados, mas mi experiencia escuchando a madres (y a mí misma) me basta para plantearos esta hipótesis: el caldo de cultivo del gen de la violencia obstétrica es el silencio.

Si nuestra madre no nos habla de sus partos, comencemos a sospechar...

Probablemente en su momento pensó que, guardándolos en un rincón del cerebro y disociándose, los olvidaría.

Probablemente no se ha atrevido a revisarlos, ya que sigue bloqueada, aunque hayan transcurrido décadas.

Probablemente sigue considerando que todas las intervenciones que entonces se le practicaron eran necesarias.

Mas compartiré con vosotras una hipótesis esperanzadora: el gen de la violencia obstétrica desaparece si rompemos ese silencio.

Si buscamos nuestro propio camino, si tomamos decisiones informadas, si nos unimos para mejorar la atención perinatal... Lo erradicaremos.

Es que, si me cruzase de brazos, le estaría transmitiendo a mi hija, por ejemplo, que una dispareunia de 21 meses causada por una episiotomía es una vulneración justificada de mi libertad sexual...

... Sería una herencia terrible... POR ESO ESTOY AQUÍ.

Sobre la foto: Yolanda, Patricia López y yo (con Eva en el pouch) en una mesa informativa en la Plaza Mayor de Lugo por la Semana mundial del parto respetado 2011.

rosa (unverified)
14 Ene 2013
Gracias por estar. Nuestras hijas pariran donde y con quien ellas quieran. Pero sobre todo seran respetadas. No dejaremos que se los roben. Gracias otra vez.
Nuria Martínez Lozano
14 Ene 2013
Cuanta luz tenemos que arrojar sobre la violencia obstetrica!!!!!. Tanta que nadie sea capaz de negarla, tanta que poco a poco desaparezca.
Julia AS (unverified)
14 Ene 2013
Yo espero que las cosas cambien, pero a veces tengo la sensación de que esto es como hablarle a los ciervos.