Angela Mueller
1 Jul 2021
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¡Un perro en el paritorio!

En un evento en Londres el año pasado tuve el placer de escuchar al doctor Amit Patel. Dr. Patel, un jóven traumatólogo, en cuestión de 36 horas quedó ciego a sus 32 años y tuvo que rehacer su vida y la de su familia, y aprender a vivir de otra manera.

Un elemento clave en la recuperación de su vida fue Kika, su perro-guía. Kika no solo le salvó a él, sino también fue enriquecedor para toda la familia.

La charla de Amit formó parte de un gran encuentro de matronas, donde nos habló sobre su experiencia del nacimiento de sus dos hijos, como padre y acompañante ciego.Contó con mucha emoción el primer parto en un hospital de Londres: como entraron al paritorio: su mujer, entre contracción y contracción, la matrona, una enfermera auxiliar, él y, detrás, Kika, la perra. Tuvieron que solicitar permiso para el perro antes, y no fue fácil, pero lo conseguieron. Amit se emociona al darse cuenta como Kika transmitió tanta calma a su mujer durante el parto, siempre a su lado y atenta, y cómo ella parió tranquila y confiada gracias también a la presencia de Kika.

Y también narra un momento de gran protagonismo de Kika, cuando, después del nacimiento un médico intenta llevarse al recién nacido para hacerle alguna prueba fuera de la sala, y Kika le impide sacar al bebé de la sala. Al final no le quedaba otra opción que devolver el bebé a los brazos de su madre!

Nunca me había imaginado a un perro en un paritorio, pero, por supuesto que hay mujeres ciegas, y, como en el caso del Dr. Patel, también parejas y padres ciegos. Y para una persona ciega, su perro-guía forma parte de ella como elemento vital, y aún más en situaciones en las que se sienta especialmente vulnerable.

Igual que la visita de una hija o un hijo puede ser una gran aportación a la recuperación, igual lo podría ser el propio perro. Conocemos ejemplos como el acompañamiento con perro (no perro-guías) de niños con trastornos del espectro autista (TEA) hospitalizados con grandes beneficios, en este campo hay buenos ejemplos en España, pero aún siguen siendo puntuales.

El tema de los perros-guías me recuerda demasiado a cuando madres y padres comenzamos a solicitar entrar a cuidar a nuestros hijos en las Unidades Neonatales en España. (https://www.elpartoesnuestro.es/informacion/campanas/unidos-en-neonatos-no-nos-separes-es-una-cuestion-de-salud ) No hay problema físico que impide que unos padres entren a la UCI a ver a su hijo de niño de 3 años, ni que una hija pueda entrar a ver a su madre a punto de morir. Y tampoco hay límite físico para que un perro-guía esté en un hospital, ni en una habitación ni en la UCI y, claro, tampoco en una sala de parto.

Los límites, como siempre, son mentales.

Para leer más:

https://www.lavanguardia.com/vida/20200210/473424832629/catalunya-disenan-un-sistema-para-que-los-perros-guia-puedan-subir-a-las-ambulancias.html

Para seguir a Dr. Amit Patel: https://twitter.com/blinddad_uk

https://www.anythingpawsable.com/hospital-access-rights-service-dogs/

Link/ imagen: Dog Comforts Autistic Boy In Hospital Bed YouTube

https://diariosanitario.com/la-normativa-de-perros-guia-a-examen/

https://www.20minutos.es/noticia/3646610/0/perros-hospitales/

https://www.eldiario.es/murcia/patrulla-animal/lugares-puede-acceder-perro-guia_6_894920527.html