LaVozEsNuestra
21 Jun 2016
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4 comentarios

Cambiar para nosotras... y para las que vienen detrás

La historia de Elena

Cuando estaba embarazada, sabía que quería un parto natural, sin medicación, que me dejaran a mi aire. Recibir a mi hija de la mejor manera posible.

Leí algo, y elaboré mi plan de parto a solas (mi matrona del centro de salud me dijo que no eran necesarios).

Pensaba que me iban a respetar. Qué equivocada estaba. Lo que iba a ser un día de celebración, se convirtió en el peor día de mi vida.
Quedé con secuelas físicas y psicológicas. De las físicas, tardé más de dos años y mucho esfuerzo en recuperarme. De las psicológicas, no sé si algún día lo lograré.

Meses después del parto, pedí mi historia clínica, y con todos los datos en la mano, empecé a reclamar.

Primero reclamé servicio de atención al paciente de un centro hospitalario (mi primera reclamación). No me contestaron, así que volví a hacerlo (mi segunda reclamación), y por fin, recibí una respuesta. Muy insatisfactoria, pero respuesta. (La primera respuesta).

Tiempo después, con ayuda de Francisca Fernández Guillén, volví a reclamar al hospital y, además, mandé cartas al Defensor del Pueblo, y a los colegios de Medicina y Enfermería. También a la Conserjería de Sanidad.(Mi tercera reclamación)

Tanto el Defensor del Pueblo como el Colegio de Médicos no encontraron evidencias de mala praxis, el de Enfermería ni si quiera me contestó. La conserjería derivó la carta al gerente del hospital que me envió una fotocopia de la respuesta a la reclamación que había tenido meses antes.
La nueva reclamación fue contestada por el centro hospitalario, de manera muy insatisfactoria otra vez, (la segunda respuesta).

Así que volví a enviar otra reclamación al hospital adjuntando informes de fisioterapeuta y psicóloga (mi cuarta reclamación). Esta vez me mandaron una carta diciéndome que no me iban a contestar más (la tercera respuesta).

Por último, envié todo el historial de reclamaciones y respuestas al Ministerio de Salud. Desde allí, un día, recibí una llamada larga con una sabia mujer. Hablamos y ella se disculpó por lo que había pasado.

Fue un antes y un después. Ya no me callo si veo algo injusto. Tenemos que usar nuestras energías en una queja que permita el cambio.
Cambiar para nosotras.
Cambiar para las que vienen detrás.

Campaña La Voz Es Nuestra

La historia y reclamacioines de Elena están publicadas en el Área Legal de la web de El Parto es Nuestro

Lucila (unverified)
21 Jun 2016
Gracias por compartir, gracias por insistir, gracias por mejorar el camino para nuestras hijas. gracias por ser mujer valiente y consciente, y sembrar tu semilla de futuro.GRACIAS DE CORAZÓN.
Eugenia (unverified)
21 Jun 2016
Estimada, gracias por compartir tu experiencia y por darme valor y orientación para tomar medidas también en mi caso, lamentablemente muy similar al tuyo estando al otro lado del mundo (Uruguay), en mi caso después de un expulsivo de 15 minutos el Ginecólogo decidió realizar una maniobra Kristeller sin aviso y obviamente sin permiso, para poder atender su celular mientras la matrona suturaba mi episio y desgarro de los cuales aún tengo consecuencias! Gracias por tu lucha y aunque a veces todo parezca en vano no pierdas tus fuerzas, piensa que lo haces, como lo hago yo, no solo como dices, para que ninguna mujer pase por este infierno, sino también para que mi hija no tenga que pasar por esto si decide ser madre en un futuro. Muchas gracias!!!
Belén DobleAventuras (unverified)
22 Jun 2016

Enviado por Belén DobleAventuras (no verificado) el

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Me costó meses, pero yo también escribí una carta a la clínica donde parí con quejas sobre lo que me pasó con una matrona en concreto y agradecimientos a otra parte del personal. http://dobleaventuras.blogspot.com.es/2015/04/carta-la-clinica-corachan-de-barcelona.html Debemos quejarnos si no nos hemos sentido bien, si no nos han tratado como deberían. Si no nos quejamos nada cambiará y se seguirán cometiendo las mismas barbaridades.