
Parece cosa de trileros, me apuesto lo que queráis a que si les cubrimos la cara no hay manera de distinguir qué barriga está rellena de bebé y cuáles llevan varios años redondeándose lentamente a base de cervecitas y maxi-bocadillos... Lo más divertido del caso es que estamos seguras de que si la mujer engorda más de lo que su profesional de la salud considera necesario se llevará una bronca de mayor calibre que las panzas de sus compañeros de fotografía.
Fuente: http://twitter.com/RaiRobledo