Dar el pecho en un museo en Berlín, Alemania
Compartimos hoy la experiencia de nuestra socia Andrea en un museo de Berlín. Una vez más nos queda mirar hacía Alemania, ojalá la situación fuera la misma en nuestro país. (Mensajes de correo electrónico traducidos por Paloma Batanero Akerman.)
En mi último viaje a Berlín (que fue hace ya algún tiempo, en agosto de 2011) recorrí toda la ciudad junto con mi hijo menor. Este sólo contaba con 9 meses de edad, por lo que la mayor parte de su alimentación provenía de mi leche.
Pasamos 5 días maravillosos, y pude amamantarlo sin mayor problema en muchos lugares, generalmente en terrazas cuando parábamos para tomar un refresco o comer algo, o incluso en el interior de museos o monumentos que visitábamos. En aquellos días nadie en Berlín me llamó la atención o me pidió que dejara de amamantar a mi hijo. Lo que es más: en todos mis viajes con mis hijos por España, Francia, Gran Bretaña y Alemania, nunca he tenido ninguna queja sobre amamantar en público a mis hijos, salvo en su museo.
Esa tarde, yo me encontraba muy cansada y mi hijo quería comer, así que fui a buscar un lugar donde sentarme en la planta sótano del Neues Museum. Una mujer de seguridad se acercó para mirar. Al primer vistazo no pudo apreciar cosa alguna, así que no pudo decirme nada. Sin embargo, algunos minutos después, vino otra vez y se dio cuenta de que yo estaba sosteniendo a mi hijo con el otro brazo, así que me dijo que tendría que amamantarlo en el baño. Fui allí y no había asientos en absoluto, así que tuvimos que salir del museo y continuar con su toma en el parque frente al edificio.
Les pido por favor que reconsideren su normativa al respecto, pues considero que la lactancia materna debe ser alentada y permitida por el bien y de la salud de nuestros hijos, la salud de las mujeres en general y para asegurar los derechos y la igualdad entre mujeres y hombres.
Gracias por su tiempo.
Saludos cordiales,
Andrea Treku
Estimada Señora,
Hemos remitido su queja a la compañera responsable, que analizó el tema de la lactancia materna en nuestros museos.
Como hemos visto, las reglas de los visitantes, que establecen que no se permite comer y beber en los museos estatales, no son aplicables a las madres que están amamantando a sus hijos en los mismos. Por el contrario, el personal de seguridad debe apoyar a las madres y manejar situaciones como éstas discreta y cortésmente.
Esto no sucedió durante su visita en el Neues Museum. Lo sentimos mucho y realmente nos gustaría pedir disculpas por cualquier inconveniente causado. Esto sin duda debe haber sido una situación incómoda para usted.
Nos gustaría darle las gracias por escribir sobre este tema, ya que a partir de ahora estamos dando importancia al hecho de que las madres que están amamantando a sus bebés deben ser apoyadas amablemente, es decir, ofreciéndoles un lugar protegido adecuado.
Esperamos que situaciones como las descritas por usted, no se repitan en el futuro.
Saludos cordiales,
Mila S. I.
Servicio de Información para visitantes de los museos estatales de Berlín (SMB)
Acerca de la imagen: "Arte y vida se dan la mano en la imagen tomada en el museo". Autora: la fotógrafa María Moya. Un cuadro del Bellas Artes, en la Semana de la Lactancia Materna, Diario Córdoba, 15 de octubre de 2013.
Para leer más: "La cuidad es mi sala de lactancia", 8 de noviembre de 2013, por Marta Parra.
Pues no hay que ofrecer ningún lugar protegido y adecuado, cualquier lugar es bueno. La de veces que he recorrido un museo con un niño medio dormido en el echarpe y enganchao a la teta... Una vez en el Reina Sofía me dijeron que me fuera al baño y sin montar escándalo ninguno rectificaron, ¡a mis hijos no los manda nadie a comer a un aseo!