Ibone
8 Jul 2021
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1 comentario

Silencios llamativos y voces valientes: sobre el haloperidol en el parto y la violencia osbtétrica

Desde que el pasado 8 de marzo lanzamos la campaña Haloperidol en el parto nunca más hasta ayer -tres meses- han pasado algunas cosas, y no han pasado otras. Ambas son esclarecedoras y merecen un análisis.

Ha pasado:

  • Algunas profesionales de la atención al parto nos han escrito contándonos que en sus hospitales se han reunido las matronas tras ver la documentación de la campaña y han pedido que se retire el haloperidol de sus paritorios. Nos han pedido que no publiquemos el nombre de esos hospitales para no hacer público que hasta ahora seguían dando haloperidol a algunas parturientas y nos han agradecido la campaña.
  • Otras matronas nos han escrito para denunciar que en clínicas privadas donde trabajan el haloperidol se sigue usando a discreción en los partos. También nos han pedido que no hagamos público el nombre de esa clínica por miedo a las represalias
  • Otras profesionales nos han contactado para pedir que retiremos el nombre del Servicio Andaluz de Salud de la lista de lugares donde se sigue usando el haloperidol, porque en su hospital andaluz ya no se usa el haloperidol. Les hemos remitido al propio SAS para que retire la indicación del haloperidol en el parto de su propia página web, donde aun figura.
  • En redes sociales hemos leído a profesionales sanitarios reconociendo que “ahora ya casi no se usa” o argumentando que, como ellos lo daban sin saber que el haloperidol era un antipsicótico, eso no es violencia obstétrica ni es algo grave. Pensamos que corresponde a cada profesional conocer en detalle que fármaco administra a una mujer de parto, además de hacerlo siempre con consentimiento informado y avalado por la evidencia científica. Dar haloperidol a una mujer de parto nunca estuvo avalado por la evidencia, es mala praxis como mínimo. Los que confiesan no sabian lo que daban deberían al menos preguntarse como es posible que les enseñaran a dar haloperidol como antiemético en el parto cuando en ningun otro lugar se da.

No ha pasado:

  • No hemos obtenido respuesta alguna a nuestras peticiones formales ante la agencia española del medicamento, ministerio de sanidad, SEGO, FAME y Asociación Española de Matronas de que se prohíba y erradique el uso del haloperidol en el parto. Nos planteamos ahora acudir a la agencia europea y al Defensor del Pueblo.
  • Ni un solo medio de comunicación se ha hecho eco de la campaña. Desde el 8M hemos recibido varias solicitudes de periodistas (varias feministas) interesadas por visibilizar la violencia obstétrica, pero, pese a nuestra insistencia, “lo del haloperidol en el parto” no les ha parecido suficientemente interesante ni relevante.

Hasta ayer en que la revista digital Pikara publicó este artículo de Marta Plaza; Psicofármacos que acallan, contienen y someten: del psiquiátrico al paritorio y más allá. El articulo visibiliza la campaña y la enlaza con los otros activismos en salud mental y derechos humanos, algo fundamental. Agradecemos enormemente a Pikara que lo haya publicado. El silencio de los otros medios y de las periodistas feministas nos duele. Algunas nos han pedido cifras o datos sobre el uso del haloperidol: no los tenemos porque entre otras cosas es casi imposible acceder a ellas, un buen trabajo de investigación periodística al respecto nos parece urgente.

Como acertadamente señala Marta Plaza en su excelente artículo,

“Desde los activismos locos creemos que muchas de nuestras reclamaciones, como pasa con tantos otros movimientos sociales, no solo nos beneficiarían a nosotras, como personas que sufrimos especialmente las violencias que conlleva la psiquiatrización, sino a la sociedad en su conjunto”

Erradicar la violencia obstétrica no es un beneficio solo para las embarazadas y sus bebés, sino para la sociedad en su conjunto. Confiamos en que cada vez más colectivos, periodistas, entidades y personas lo vean. ¡Haloperidol en el parto nunca más!

#haloperidol

#sumisiónquimica

Sandra GP (unverified)
8 Jul 2021
Yo lo sigo difundiendo, y compartiendo. Me enfurece ver que aún hay gente que defiende la "necesidad" del uso de estos fármacos y la realización de maniobras sin información sobre riesgos y derechos a rechazarlas.