Nuria Martínez Lozano
29 Nov 2014

Cuanto lo siento!!! Siento en el alma todo el dolor por el que estáis pasando, tu, tu esposo y tu bebe. Comprendo perfectamente tus palabras a la luz de tu vivencia. Entiendo que has tenido una experiencia terrible, pero quiero hacer una reflexión, al hilo de tu comentario. Aprovecho tus palabras, pero no creas que es a ti a quien va dirigido, me dolería enormemente que te sintieras mal. 

Es muy frecuente para las madres que buscamos un pvdc y que mostramos nuestro  dolor públicamente, que nos cuenten los riesgos de los partos vaginales. No hace falta ir muy lejos. Hablan de tremendas secuelas neurologicas, de parálisis cerebral, de destrozadas madres, de bebés muertos.... Nos dicen que asustamos a las madres que van a sufrir una CS. Que una mujer que tiene a sus hijos por CS es igual de madre. Que somos egoístas, que nos preocupan más las cicatrices que la vida de nuestros hijos. Nos dicen que tenemos que aceptar las decisiones de los médicos que saben más que nosotras, que aceptemos lo que nos manda Dios, etc....

 Y no lo entiendo. Porque cuando hablan de partos vaginales, no lo hacen de partos respetados. Hablan de carnicerías, llenas de médicos, instrumentos, agujas, medicamentos, dolor, acciones de otros e inmovilidad de la mujer. Un parto normal esta llenó de movimiento, de instinto, de acompañamiento. Esta, incluso en los partos más complicados, largos y agotadores, lleno de momentos mágicos, sensuales, poderosos. Es más, es en esos partos, los más complicados, cuando una palabra, una mano, una sabiduría ancestral, es más beneficiosa. 

Es cierto, un parto se puede complicar y necesitar de la ayuda del profesional. Ese es su maravilloso trabajo, mirarnos a los ojos, explicarnos que esta sucediendo y ayudarnos a re conducir la situación o a actuar de la mejor manera posible y siempre con el consentimiento materno. Y la mejor manera no es como le apetezca al ginecólogo de turno, o lo que el considere oportuno. La mejor manera posible, es, siguiendo la evidencia científica. 

Las cesáreas no son inocuas. No podemos poner en una balanza en igual posición, un PV y una CS. Porque una CS multiplica entre 4 y 6 veces la mortalidad materna. Eso, en CS programadas, esas que no son cesáreas de emergencia. Pero es que tampoco es inocuo para nuestros bebés. En Latinoamérica estoy espantada al oír CS programadas sin indicación médica real en las semanas 36 y 37 porque ya pesan 3 kg, porque ya están cocinados... SON BEBÉS PREMATUROS, son bebés claramente inmaduros. Bebés que van directos a incubadoras o a reanimación por distraes respiratorio, bajo peso, dificultades en la succión y por lo tanto en la lactancia. Son bebés a los que impusieron cuando nacer porque así lo decidió Un ginecólogo, o una madre muerta de miedo o de información sesgada. 

Puedo entender que una mujer decida una CS programada, cada una de nosotras tiene sus miedos y sus experiencias vitales. Nunca jamás nadie me oirá decir palabras feas o hiorientes hacia una mujer que decide libremente hacerse una CS. Es más, yo no soy nadie, para opinar. 

Cuando yo escribo, lo que muestro son mis sentimientos. Mi dolor, la sabiduría adquirida por la experiencia y por el esfuerzo en encontrar la verdad "médica" de mis cesáreas. Escribo para aquellas mujeres y hombres que quieren escucharme y compartir conmigo. No pretendo convencer a nadie de que intente un parto después de 1, 2 o 20 cesáreas. Por eso, agradecería que no tratarán de salvar mi alma. no me hagan comulgar con ruedas de molino.