
Verónica Parro Sánchez
Bailo, rio, lloro, gozo, muerdo, me pongo a cuatro patas, y de mi boca sale un sonido gutural tan profundo como nunca antes escuché, un sonido que vibra en mi interior con una fuerza desconocida, y que me lleva a la presencia absoluta de mi cuerpo y de mi ser. Puedo fluir en el contacto con la tierra y la expansión del universo, es la fuerza de la vida pariéndose a sí misma, mediante la intensidad y el poder de cada inhalación y cada exhalación.
Entramos en una danza infinita donde sólo estamos mi bebé y yo, reencontrándonos en un viaje único y sagrado, descubriendo un lugar donde por fin podemos ser, desgarrándonos la ropa y el alma, poniendo todo nuestro Amor en cada contracción… Aquí me tienes, abriéndome más y más para ti… mi bebé, y para mí… mujer naciente, mujer consciente.