“¿Quién puede comer por ti? Nadie, es obvio.
¿Quién puede dormir por ti? Nadie, otra vez.
¿Y quién puede parir en tu lugar? Nadie.
Realmente nadie más que tu. Tú y solamente tú.
En el momento en el que puedas interiorizar este concepto fundamental
resolverás cada uno de tus problemas y dejarás de buscar
a una persona o un lugar para dar a luz.
Entenderás entonces