Del blog La casita de algodonales
Han pasado tres años y medio y una serie de acontecimientos vitales me han permitido, por fin, hablar sobre mi primer parto. Fue un parto en casa intenso y con algunos bloqueos personales. Fue un parto asistido por una matrona colegiada pero vivido en secreto, ya que pensamos que no contarlo a familiares y amigos nos protegería de sus posibles comentarios negativos respecto a nuestra decisión. La realidad es que esta visión de estar haciendo algo casi prohibido no ayuda a que el parto fluya, tampoco ayuda que no exista una coordinación real entre los partos en casa y los hospitales del Estado, como sí existe en otros países como Reino Unido y Holanda.