Un año más llega la Navidad y, según la tradición, María y José, recién llegados a Belén, buscan cobijo para dar a luz a su hijo. Aquel parto de Jesús del que nunca se habla, sobre el que no existen apenas referencias, es sistemáticamente obviado para llegar a todo el imaginario que sin embargo rodea a Jesús en los llamados «Nacimientos», palabra con la que nos referimos a la composición del Niño Jesús junto a la Virgen María, san José, la mula y el buey. Estos Nacimientos suelen mostrar a una Virgen y a un san José postrados, en reverencia, ante su niño, el Niño Dios que ha nacido. Un bebé representado casi siempre solo, salvo en algunas excepciones: un Niño Jesús en los brazos de María; también, como en el caso de las fotografías de belenes que hoy queremos compartir, en los brazos de un san José que lo da a conocer a los pastores y hasta durmiendo piel con piel junto a él mientras la Virgen los contempla compasiva.