Por Mabel de las Heras

Hubiese sido mañana, como tarde el lunes; pero no será.
Puede que incluso me hubiesen querido vender el día 1 como algo especial, el primer bebé del año.
Ahora estaría preparándome para mi cuarta cirugía mayor, preparándome para una extracción de un producto que ya consideran que ha recibido todo lo que necesita.
Semana 37 = cesárea programada.
Brazos en cruz, atada, nadie te habla, hablan de sus cosas, no te quejes, calla, no llores, te la enseñan un minuto y fuera, eres un recipiente a vaciar, ya cumpliste tu misión, ya no importas.
Llegas sana y sales enferma, tras una cirugía brutal con todas sus posibles complicaciones y riesgos que nadie explica.