Comenzamos el nuevo año con ilusión. Con esperanza. Deseando que todas las mujeres puedan disfrutar libremente de sus embarazos, sus partos y sus post partos. Deseando que no se repitan casos de violencia obstétrica tales como los sucedidos en 2019 en Oviedo, Sant Boi, Menorca y Elche.
Es imposible imaginar el dolor de esas madres sometidas a la violencia del sistema, a la violencia machista instaurada en las instituciones de nuestra sociedad ya bien entrado el siglo XXI. Es indignante que se pisoteen los derechos de las pacientes por el simple hecho de ser mujeres embarazadas o mujeres de parto.