
A menudo el duelo tras la muerte intra útero de un bebé se complica cuando no tuvo lugar una despedida, cuando los padres incluso ni llegan a ver a su hija o hijo una vez nacido, cuando no pueden sostenerle, abrazarle y besarle; cuidarle aunque sea por poco tiempo. Entre la falta de preparación del personal sanitario ante estas situación, las fuertes emociones y ciertos condicionantes culturales que persisten todavía, a veces no existen buenas condiciones para iniciar un duelo con el apoyo necesario. Al cabo de unos días, cuando la madre recibe el alta en el hospital, no solo le toca volver a casa con los brazos vacíos, sino además los padres tienen que pasar por un duelo a menudo complicado y sin tener recuerdos de su bebé.