Entradas con la etiqueta censura a la violencia obstétrica

Este 22 de de mayo a las 22:00 hrs presentamos la obra El Útero nimio, protagonizada por Conchi del Olmo

El útero nimio es un altavoz que grita lo que, de otra manera, utilizando métodos más racionales, más habituales para hacer crítica, llegan peor.

Lo que cuenta es tan real, tan descarnado, que hace que todas las mujeres en algún momento de la exposición nos sintamos identificadas. Desgraciadamente muchas mujeres se sienten identificadas en muchos momentos…

Con la obra de teatro te llega adentro el grito de ¡basta ya! de una manera muy directa, muy en vena, y dando una vuelta alrededor de lo racional. Sin utilizar discursos racionales, sino simplemente usando vivencias, experiencias. Es lo que hace que sea tan potente.

El útero nimio, desgraciadamente, es verdad. Es una obra de teatro que es verdad.

08 Mar '20 · Mil motivos en el 8M

8M 2020

Por Beatriz A. P 

Hoy muchas mujeres saldremos a la calle, cada una llevamos dentro el motivo que nos mueve a hacerlo, por desgracia son demasiados para enumerarlos, seguimos viviendo en una sociedad patriarcal que nos maltrata de muchas maneras, yo quiero contaros lo que me mueve a mi.

Esta tarde, mientras avance rodeada de mis comadres, de mis amigas activistas, gritando por nuestros derechos estaré al lado de muchas mujeres que ya son madres, quizás vayan porteando a sus bebés, con carritos o con sus crías de la mano, algunas serán ya abuelas, otras estarán embarazadas, algunas de ellas quizás sin bebé en brazos, pero con una estrella en el cielo.

Desde El Parto es Nuestro necesitamos hoy compartir nuestras inquietudes sobre la Ley de Libertad Sexual, cuyo anteproyecto se acaba de aprobar esta semana. No podríamos entender que una Ley dedicada a las Violencias Sexuales deje sin nombrar la Violencia Obstétrica sólo unos meses después de que instituciones como la ONU y el Consejo de Europa se hayan pronunciado sobre esta violencia y hayan instado a los Estados a legislar en consecuencia.

Es fundamental que se nombre e incluya la Violencia Obstétrica en la Ley de Libertad Sexual, tal y como ha recomendado la Relatora especial sobre la violencia contra la mujer sus causas y consecuencias de la ONU a todos los Estados en su Declaración de julio de 2019 (A/74/137 - E - A/74/137).

Comenzamos el nuevo año con ilusión. Con esperanza. Deseando que todas las mujeres puedan disfrutar libremente de sus embarazos, sus partos y sus post partos. Deseando que no se repitan casos de violencia obstétrica tales como los sucedidos en 2019 en Oviedo, Sant Boi, Menorca y Elche.

Es imposible imaginar el dolor de esas madres sometidas a la violencia del sistema, a la violencia machista instaurada en las instituciones de nuestra sociedad ya bien entrado el siglo XXI. Es indignante que se pisoteen los derechos de las pacientes por el simple hecho de ser mujeres embarazadas o mujeres de parto.

Con motivo del Día Universal del Niño, el pasado 20 de noviembre el periódico El País publicó el siguiente especial titulado #63VIOLENCIASDEINFANCIA con su correspondiente hashtag sin el que hoy apenas se puede pasar.

 

Parece que algunos de los ginecólogos y obstetras de este país andan nerviosos y ofendidos porque las mujeres, y algunos hombres, llamamos a las cosas por su nombre y rechazamos utilizar eufemismos que les haga más sencillo ignorar la realidad y mirar para otro lado.

Desde El Parto es Nuestro mostramos nuestra indignación y estupor ante la respuesta emitida por la SEGO en su lista de correo en relación a la existencia de la violencia obstétrica.
En la Declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación de la Violencia de la mujer (1993), se define como violencia de género cualquier acto de violencia basado en el género que posiblemente resulte en daños o sufrimientos físicos, sexuales o psicológicos de la mujer, incluyendo amenazas de cometer dichos actos, coerción o privación arbitraria de la libertad, ya sea en la vida pública o privada.
 

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Por Amanda Rodríquez

Hace unas semanas dejé de impartir clases de preparación al parto para una famosa aseguradora conectada con un hospital privado de Madrid.

Hace más de tres años que lo vengo haciendo en diferentes centros de esta aseguradora; al principio impartía muchas clases, me servía para ir perdiendo el miedo a hablar en público, soltarme y tener ciertos ingresos más o menos fijos al mes, que al ser autónoma me venían bien…

Tenía un perfil de parejas bastante diferente al que estoy acostumbrada; salvo excepciones, las parejas con las que me encontraba no habían tratado con una matrona durante su embarazo, tenían bastante miedo al parto y no poseían información sobre el curso normal de su embarazo, sólo una carpeta con mil analíticas, ecografías y pruebas.