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Violencia obstétrica en el Hospital Universitario Rey Juan Carlos

Elegí este hospital para dar a luz en 2019 porque ofrecen la opción de tener un parto respetado de baja intervención.

Durante mi embarazo mi salud y la de mi bebé fue excelente, sin embargo cuando empezó a acercarse la fecha probable de parto, empezaron las coacciones y el maltrato por mi deseo de esperar para inducirlo. Llegaron a decirme que ya no me pondría de parto sola... Que mi niño podía nacer muerto...

Finalmente me puse de parto de forma natural, llegué al hospital aun confiando en que me atenderían como era adecuado, y pese a las pruebas y de que todo estaba bien, y que mis contracciones iban a buen ritmo, decidieron aplicarme oxitocina, negarme la sala de partos con bañera. Tuve que pedir epidural porque desde entonces las contracciones se convirtieron en una autentica tortura.

Todo lo consiguieron con engaños y siempre con la misma excusa (que me había pasado de fecha). Fueron 18 horas de tortura y desprecio. Grité mucho a pesar de que me pedían que no lo hiciera. En el expulsivo, a la cuarta contracción, me dijeron que si no pujaba más fuerte me harían cesaría.

A la quinta contracción mi bebé nació. Tenían prisa...querían hacerme una episiotomía, les pedí que por favor no lo hicieran, entonces alguien comentó, pues déjale que se desgarre... Sacaron la placenta haciendo maniobras, y se saltaron varias peticiones de mi plan de parto.

Cuando quisieron darme de alta yo me desmayaba a cada momento. Les pedí que me hicieran una analítica y descubrieron que había perdido mucha sangre y tuvieron que hacerme transfusión de sangre. Lloré durante mucho tiempo, me sentía culpable por haber acudido a este hospital, sentía que no había sido valiente, tenía pesadillas conmigo y mi hijo muerto.

Necesité rehabilitación y casi un mes sin poder salir de casa porque el caminar me producía dolor en la sutura. Después de un tiempo comprendí muchas cosas, entre ellas, que solo respetan la voluntad de las mujeres cuando estas coinciden con sus protocolos e ideas. Hubo una matrona que solo me atendió un momento hasta el cambio de su turno que me hizo saber que ella no me habría puesto oxitocina...
Fueron denunciados y aunque no ganamos el juicio por temas burocráticos (no seguimos las vías y orden recomendados para denunciar), la resolución fue que actuaron de mala fe.

Agradezco a aquella auxiliar que me cogió de la mano y me dio unas palabras de cariño y a la asociación del parto es nuestro que me brindó un espacio para contar mi experiencia, aprender mucho sobre el embarazo y ponerme en contacto con Marta Busquet.

Mi parto fue poco antes de la pandemia, no quiero imaginar lo que habrá sido durante este tiempo.