930. Violencia obstétrica

Sobre: 
Parto Vaginal (PV)
Reclamación / Agradecimiento
Categoría: 
Parto
Lugar de parto: 
Hospital Reina Sofía de Córdoba
Lugar: 
Córdoba
Año: 
2011

Me gustaría contar como fue mi experiencia durante el parto de mi segundo hijo.

Al no ser primeriza, aguanté las contracciones en casa todo lo que pude. Cuando llegué a urgencias ya estaba dilata de 2 cm y en menos de media hora, había roto la bolsa y me bajaron a monitores para comenzar con el periplo de exploraciones incesantes. 

Meses antes, presenté mi Plan de parto, donde indicaba entre otras cosas y siempre que las circunstancias lo permitieran, no recibir ninguna medicación durante el trabajo del parto, ya que en el primer parto y debido a mis problemas de espalda, la anestesia que me pusieron no sirvió de nada.

Durante el embarazo me preparé en Yoga para embarazadas, para reconocer cada momento del parto con tranquilidad y con  recursos para paliar el dolor, en la medida de lo posible. 

Tumbada en la camilla, con los monitores puestos, sentía que los dolores eran muy intensos y demasiados seguidos como para estar aun de 2 cm, tal y como me decía la matrona encargada de Monitorizar. Después de media hora, la llamé y le insistí en que mis dolores eran muy fuertes y tenía muchísimas ganas de empujar, le pedía por favor, que me quitara los monitores, ya que mi cuerpo me pedía levantarme y empujar, sentía que había llegado el momento. Ella insistía una y otra vez en decirme: "la matrona soy yo y yo digo cuando te quito los monitores, tu no estas de parto, ¡si ni siquiera estás de 3 cm! Anda, tranquilízate que nos estas poniendo nerviosos a todos" 

En mi caso, tuve la gran suerte de que en ese momento llegó una familiar enfermera que trabajaba en el mismo hospital y al verme, sabía que algo no iba bien. Yo le pedí que me ayudara, que iba a parir YA, ella, que no quería saltarse las decisiones de una compañera, me pidió que aguantara, que iba a hablar con la matrona. Mi familiar, al decirle que creía que yo estaba de parto y que por favor volviera a explorar, la matrona se acercó a mí y de muy malas maneras metió sus bruscos dedos en mi vagina originándome un dolor insoportable, mucho más fuerte y desagradable que los dolores de dilatación. Al terminar volvió a decir con malos modos y subiendo la voz: " He dicho que esta señora no está ni de 3 cm y ahora mismo la mando para su habitación"

En ese momento tanto mi familiar como yo empezamos a preocuparnos porque si nos mandaba para la habitación, sentíamos que posiblemente me pondría de parto en el ascensor. 

Mantuve la calma y me quité los monitores, me levante y me apoyé en la cama porque los dolores y las ganas de empujar eran tan fueres que ya no podía aguantar más. En ese momento le pedí a mi cuñada, (que como he dicho es enfermera), que se pusiera detrás, porque iba a dar a luz a mi hija. Ella se puso muy nerviosa y me pedía que no empujara, pero ya era tarde, mi hija quería nacer. 

Mientras yo empujaba, de pié, apoyada en la cama en la sala de monitores, mi familiar volvió a buscar a la matrona para decirle que estaba de parto y que si no me llevaban al paritorio en ese mismo instante ella misma iba a llamar a la persona responsable de partos para que buscarán una solución. La mencionada matrona, al ver que su compañera (familiar mío) se reveló contra sus decisiones, empezó a gritar diciendo: " ¡Ya te he dicho que no estas de parto! ¿Pero tú quieres ir a paritorios?, pues vas a ir, pero que sepas que te van a mandar de vuelta y ya veremos...(con un tono bastante amenazante). Me insistió en que debía ir sentada en una silla de ruedas, a lo que yo me negaba porque sentía que la cabeza de mi bebé estaba saliendo y era imposible que pudiera ir sentada. Fui andando agarrada a mi cuñada, con muchísima dificultad y sin nadie que me ayudara ni me explicara por qué, una mujer que estaba a punto de parir, era tratada de una manera de ruin y despreciable. 

Al llegar a paritorio, doblada de dolor, aún podía escuchar detrás mio, los gritos de protesta de la matrona diciendo: " ¡Esta señora está aquí porque no para de insistir en que esta de parto, cuando no está ni de tres cm., a ver lo que hacéis con ella...!

En ese momento mi calma y mis ganas de concentrarme únicamente en mi bebé y mi parto, consiguió que no me viera afectada por sus palabras. A los pocos minutos llegó otra matrona que sería la encargada de guiar mi parto, M. A. se llamaba y fue un Ángel para mi. Al verme,  con voz calmada y suave me pregunto: ¿Te encuentras con fuerzas para subir a la camilla? Le dije que sí, que lo intentaría. Al explorarme, me miro a los ojos y me dijo: tu bebé viene ya y tiene prisa, jajajaja. Con una sonrisa protectora y llena de ilusión, me volvió a preguntar:  Dime, ¿cómo quieres parir? Le contesté que lo más vertical posible. Ella, me agarró de los brazos, tiró de mi hacia delante hasta llegar a apoyar los pies en el suelo y en ese momento, dejé de estar preocupada y empecé a disfrutar de lo que fue un parto maravilloso a partir de ahí.

Es totalmente injusto que este trato inhumano se siga dando en hospitales y con madres que van a dar a luz. 

Como había hecho previamente Plan de parto, a los dos meses aproximadamente, me llamaron para hacer una escueta sobre el respeto y cuidados en base a Plan de Parto. Yo estaba alucinando, porque sobre papel todo es maravilloso, pero la realidad que yo viví, podía haber sido una pesadilla mucho peor. Así que a la persona que me llamo le conté todo lo sucedido, aunque francamente, no creo que hicieran nada con toda esa información. 

Ojalá este trato que recibimos pueda cambiar algún día.