Relato de una matrona
Hola. Soy matrona.
El caso que voy a explicar fue una pesadilla en su momento, de esto hace ya más de 17 años y puedo decir que al menos en mi entorno, en el hospital donde yo trabajo el panorama ha cambiado mucho, aunque seguro que hay situaciones sobre las cuales se puede reflexionar y tratar de mejorar, eso es cierto, en cada momento en el que acompañamos a una mujer como es en mi caso, en trabajo de parto.
Era mi primer año como matrona y es un año difícil más en un sistema tan jerarquizado como lo era antes el hospital, yo tenía 23 años y trabajaba en turno de noche.
Al entrar con el cambio de guardia recibí a una mujer secundigesta, que entró a paritorio a unos 9 cm, puedo decir que en aquella época no teníamos mucha experiencia con los partos naturales, era extraño que una mujer no llevase analgesia epidural. Me encontré con una gran barrera idiomática, ella era marroquí, estaba sola y creo recordar que le ofrecí la epidural, pero ella la rechazó, le propuse estar en la silla monitorizada, ya que no teníamos fitball y que en aquella época era impensable que ella caminara a su antojo y sin monitor.
Recuerdo que me indicaron ponerle oxitocina y creo que puse la bomba al mínimo, ya que aquello me pareció cruel, me reitero en que era casi impensable en aquella época una mujer también sin oxitocina…
Se produjo una desaceleración prolongada, ella estaba en la cama, paré la oxitocina, la coloqué en decúbito lateral izquierdo y fui a buscar prepar … Antes de que pudiese salir de la sala aparece una ginecóloga adjunta que era externa a mi hospital, esta solo realizaba guardias sueltas y a mí me aterrorizaba, por su trato general hacia las mujeres y las compañeras matronas… al entrar le explico que voy a por prepar y ella me dice que le ponga la oxitocina que es la única manera de parir, yo me quedé a cuadros… lo volvió a repetir y le dije que no le iba a poner la oxitocina… me dijo ¿cómo que dices? Así que salió de la sala y pidió a la auxiliar un fórceps, yo no daba crédito … Le dije que la gestante no llevaba analgesia epidural y ella lo sabía, lo iba a hacer como forma de demostrar que ella era la que mandaba, no sé cómo aguanté la rabia la impotencia y la pena y avisé a pediatría, a anestesia que no llegó a tiempo y me quedé al lado de la mujer, no sé cómo pude hacerlo, pero al final participé de aquello, no vi otra opción a quedarme a su lado, decirle que acabaría muy rápido y recibir a su bebé que nació llorando perfecto…
En cuanto la ginecóloga acabo de suturar la episiotomía por supuesto vino a buscarme y me dijo que me pondría un parte, yo solo conseguí irme a llorar al baño para no llorar allí delante y lo único que la disuadió de no ponerme la incidencia fue la otra adjunta de esa guardia que tenía bastante afinidad conmigo, que le dijo algo así como que yo era joven y tampoco me lo tuviese muy en cuenta… pero nadie le cuestionó aquella atrocidad… los residentes de ginecología en aquella época también sufrían en silencio y aprendían así, pero no avisó a ninguno para hacer lo que hizo. Comenté el caso con mi supervisora esa mañana pero no trascendió.
A mí toda esta historia me pareció una vulneración de los derechos humanos, yo informé a la gestante sobre la desaceleración, pero ni tan siquiera sé lo que ella entendió de lo que estaba ocurriendo, intenté transmitir calma, pero en cinco minutos la pusieron en posición, le realizaron una episiotomía y le arrancaron a su hijo sin analgesia, sencillamente atroz, no sé ni cómo de alto debía estar ese bebé donde un fórceps no estaba indicado, se podía haber puesto prepar, se podía haber esperado al anestesiólogo, pero nada importaba más que imponer la supremacía de esa ginecóloga, el miedo y el dolor que sintió esa mujer con la agravante de su barrera idiomática y sin apoyo familiar a su lado no le importó.
Yo estaba tan mal de haber participado de aquello que no quise compartirlo demasiado en ese momento, sencillamente no supe que hacer, no supe hacerlo mejor.
Fue un abuso de poder, no se informó de ninguna forma a la mujer y se le realizó una técnica inadecuada y sin analgesia, creo que se la instrumentalizó para ejercer violencia sobre mí. El hecho de que estuviese sola y fuera marroquí hizo que no se la considerase ni persona.
En la actualidad tengo muchas más herramientas, pero soy absolutamente optimista con la obstetricia actual, hay un abismo. Yo no toleraría que algo así volviese a ocurrir.