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Las consecuencias de la mala praxis en mi parto

Hola a todas, viendo el documental PARIR hace 1 semana, y escuchando el testimonio de mujeres que habían dado a luz en 2023, me emocione y lloré lo indecible viéndome reflejada en sus testimonios y sin dar crédito que lo que me paso a mí siga pasando 38 años después. 

No hemos avanzado nada, se nos sigue ignorando, infantilizando y sometiéndonos a prácticas salvajes sin nuestro consentimiento.
En mi caso no fue hasta 2016 que tomé consciencia de la violencia obstétrica a la que fui sometida. A raíz de una fistula perianal, que se produjo como consecuencia de la negligente e innecesaria episotomía que se me práctico en 1987 cuando di a luz. 
Mi parto no entrañaba ningún riesgo, llegue con 10 cm de dilatación a la Clínica Ruiseñores de Zaragoza, una madrugada de lunes a las 02.30 de la mañana. Mi hija nació a las 03.10, con 2.560 kg . En esos 30 minutos que pusieron un gotero de oxitocina, porque no estaba poniendo de mi parte en el parto ??? no empujaba con ganas me decían (yo tenía 15 años en aquel momento), y en última estancia para aligerar la cosa, parece que la HP de la matrona o médica tenía prisa, optaron por hacerme una episotomia que me llegaba hasta el ano, 9 puntos me dieron, tuve una recuperación muy mala, se me infectaron varios puntos y tardé meses en curar la herida . 

20 años acudiendo al mismo ginecólogo, 20 AÑOS y en todo ese tiempo nunca, NUNCA me dijo las consecuencias que esto podía tener mi suelo pélvico. 
A principios de 2016 comencé a tener incontinencia fecal, que más tarde derivo en una fístula perianal. Necesite 3 cirugías , la última de ellas y definitiva supuso la modificación de mi esfínter . 3 años de tratamiento y ejercicio constante para mi suelo pélvico, mi afán de superación y constancia consiguieron sacarme de una situación que me conducía a una depresión profunda. 

Arrastraré estas secuelas el resto de mi vida, yo y tantas miles de mujeres que cada año caen en manos de personas (hombres y mujeres) que con su sesgo machista , su prepotencia, y su halo de divinidad arruinan nuestras vidas sin importarles y además sin hacer la más mínima autocritica a su trabajo.
Casi han pasado 40 años desde que yo sufrí mi propia violencia obstétrica que tardé mas de 32 años en identificar, porque nadie le había dado nombre hasta hace poco tiempo, como a tantas otras cosas que nos suceden a nosotras.
Espero y deseo que las mujeres hoy en día se informen mucho más a la hora de su embarazo y parto para poder estar informas y poder evitar y combatir esas violencias que se siguen cometiendo hoy en día.
Muchas gracias por darnos un espacio en el podamos sentirnos escuchadas y comprendidas.