Anónimo (unverified)
14 Mar 2013
Yo también asistí a la Jornada. Y mi sensación días después es de tristeza… Gracias Fran por tu resumen, me parece de lo más acertado. Y gracias también a personas como las del último comentario que saben que las cosas no son blancas o negras, y que si pides respeto mejor empieza tú mismo a actuar con respeto. En este y otros foros leo sobre todo opiniones negativas, alarmantes sobre una Jornada desastrosa y un hospital mentiroso al que en resumen, mejor ni te acerques. De acuerdo, no oímos lo que esperábamos oír, pero me pregunto ¿no hubo nada positivo? Y otra cosa que me llama muchísimo la atención. En el debate escuché algunas intervenciones en contra de la matrona y el ginecólogo que eran de todo menos respetuosas. De hecho me parecieron agresivas y rozando la mala educación. Sí, puedes tener razón en lo que expones, pero las formas a veces desacreditan a quien habla. Es curioso, pero no veo que nadie critique estas actitudes, que no ayudan nunca al entendimiento. Pero a mí tampoco me gustan. ¿Y lo positivo? Fran lo ha sabido explicar perfectamente (gracias Fran). Y comentarios como este último que he leído ayudan a la reflexión, a avanzar en nuestros objetivos. Pero los comentarios ofensivos, muchos de ellos infantiles… Me entristecen. Y no porque no pueda estar de acuerdo en muchas de esas cosas, sino porque estamos tratando un tema tan delicado, tan importante y que puede tener tantas consecuencias que hay que tener cuidado de qué se dice y cómo se dice. Después de leer en general lo publicado sobre la jornada, si yo fuese parte de esas personas que quieren cambiar la atención al parto en el hospital de El Escorial, ahora estaría totalmente frustrada y desanimada. Si fuera uno de los que tienen que dar permisos para actos como el que vivimos se celebren (y son muy necesarios) no volvería a dar el visto bueno. Tampoco volvería a organizar nada ¿para qué? Hay veces que las cosas no cambian dándose la vuelta, sino que se van haciendo paso a paso. Y todos necesitamos una oportunidad de hacerlo, una muestra de ánimo, de trabajar en el mismo sentido para llegar a los objetivos con entendimiento. No veo (en general) que se de esa oportunidad. El jurado ya ha emitido el veredicto: suspenso, a otra cosa. De acuerdo, la matrona se enredó en sus propios argumentos. No conoce el lenguaje preciso que debe usar para que entre en consonancia con discursos como los de EPEN. Pero también hubo historias reales que hablaban de esos cambios. Hagamos una reflexión algo más positiva, más constructiva. Para que Hospitales como el de El Escorial no nos vean como “las radicales” que están siempre a la defensiva y en su contra. El parto es nuestro, por supuesto, pero busquemos la forma más eficaz de conseguirlo, puesto que no creo que con ataques se vaya a conseguir nada (excepto externalizar la propia rabieta). Hagamos que sigan trabajando en esa dirección, no creo que sirva de nada ponerle la cruz a la primera de cambio (más que abandonen el proyecto humanizador). Pidamos respeto, pero siendo respetuosos.