Seila (unverified)
10 Ene 2013
Las cesáreas son un invento precioso que salvan vidas y agradecemos que existan. Pero están muy bien para eso, para cuando son necesarias. Aquí se habla muchas veces de esas cesáreas que te plantan porque llegan las vacaciones del ginecólogo, porque ya es muy tarde y el ginecólogo está cansado, porque anteriormente ha habido una cascada de intervenciones que en este caso si la hacen necesaria debido al callejón sin salida en el que se encuentra la mujer, etc. Esas son las que llamamos inne-cesareas y son las que no nos gustan. Lamento profundamente lo que ha sucedido en Almería, pero con la información de la noticia poco se puede saber acerca de si una cesárea hubiera evitado el fatal desenlace. Tenemos la terrible idea de creer que las cesáreas son la solución a todo, y a veces no es cierto. A veces no solucionan una complicación que pueda presentarse. Es importante tener en cuenta que una cesárea es una operación de cirujía mayor y por tanto conlleva sus riesgos y en la mayoría de los casos siempre es mejor intentar un parto que una cesárea. Aparte hay que tener en cuenta que en los partos existen riesgos y que muchas veces no se pueden predecir ni detectar y eso no quiere decir que el personal sanitario haya obrado mal, simplemente existe un riesgo. Desgraciadamente no existe un 0% de mortalidad en los partos, ójala, pero tampoco existe ese 0% en las cesáreas. También entiendo que la familia se sienta desolada y busque culpables, pero nadie les asegura que una cesárea hubiera salvado la vida de su mujer y yo con la poca información de la noticia no me atrevo a asegurar nada. Los médicos se ciñeron al protocolo de actuación y que para estos casos siempre es mejor intentar un parto que una cesárea de primeras, porque la evidencia científica dice que es así. Los protocolos existen y los médicos se ciñen a ellos porque tienen que defenderse de haber actuado de acuerdo a ellos ante posibles demandas ya que la obstetricia es una de las especialidades que más demandas acumula porque la gente no cree que puedan darse, desgraciadamente, ciertas fatalidades que ni se pueden prever ni prevenir.