Carla Romero
4 Dic 2012
Helena, en primer lugar, siento muchísimo que hayas sufrido violencia sexual; espero que ese horror lo puedas transformar en tu vida encontrando un buen acompañamiento profesional. Por desgracia, ninguna de nosotras está libre de sufrir abuso sexual; el porcentaje de mujeres que han vivido abusos sexuales es demasiado alto, y se estima que es aún mayor, teniendo en cuenta que muchas callan lo ocurrido y que otras no son conscientes de ello... Por lo tanto, piensa que en esta asociación también habrá mujeres que hayan vivido lo que tú... y que, además, puede que hayan re-vivido, por culpa del maltrato sufrido durante su parto, esos dolores del cuerpo y del alma. En segundo lugar, nuestro interés, como asociación y como mujeres y bebés, familias y profesionales, es el interés de todas las mujeres y bebés, familias y profesionales, estén o no asociadas a El Parto Es Nuestro, ya que nuestro objetivo es que la atención al embarazo, el parto y el apoyo a la lactancia se realice de manera adecuada, basada en la evidencia científica actualizada y el respeto a los procesos fisiológicos del cuerpo y a las personas usuarias del sistema de salud; es decir, lo que cualquier sociedad avanzada debe tener. Por ello, no trivializamos, no "usamos" para "nuestro beneficio como asociación", sino que le damos luz a lo que muchas hemos/han vivido, y, por supuesto, le damos valor a algo que desgraciadamente (por nuestra cultura, historia, mentalidad...) no lo ha tenido nunca: nuestro dolor de mujer, nuestros cuerpos de mujeres (maltratados, utilizados, desposeídos, marcados...), nuestras criaturas (heridas, desprotegidas...), ...Le damos el lugar que le corresponde a tanto sufrimiento y maltrato culturalmente invisibilizado: la DENUNCIA abierta y sin censura. Ya está bien de tanto dolor. Ya está bien de tanto silencio. Ya basta de tanto sentimiento de culpa, que es el mejor aliado de la mordaza que acalla a tantas mujeres. No quiero escuchar más de boca de ninguna otra mujer que la ataron en contra de su voluntad, o que lloró pidiendo que le devolvieran a su bebé, o que desde el parto no puede caminar y se orina encima porque le hicieron una masacre en sus genitales, o que se rieron de ella porque no sabía empujar, o que la cortaron sin necesidad porque estaban enseñando a hacer episiotomías a un/a estudiante, o que le metieron las manos diferentes personas que le causaron mucho dolor, o que le dijeron que "ahora vas a saber lo que es un parto" mientras le despegaban las membranas sin su consentimiento... Mientras tienes las piernas abiertas no puedes exigir "buentrato". Con las piernas abiertas, no puedes pelear, no puedes defender tu dignidad. Y, si además, "está en juego la salud de tu bebé", entonces, sólo te dejas hacer... Como me dijo una amiga (que caminaba con dificultad 8 meses después de su parto, y lloraba recordándolo, y todavía se medicaba por el dolor, sufría a veces incontinencia, y mantenía relaciones sexuales con mucha dificultad): "Yo me dejo hacer esto mismo 20 veces más, si mi hijo nace sano; no me importa". A mí, que no he vivido este tipo de violencia en mi parto, que pude vivirlo desde el placer y el gozo, a mí SÍ ME IMPORTA. Por eso, yo pongo las palabras que otras mujeres no pueden pronunciar y digo: LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA EXISTE. LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA ES VIOLENCIA SOCIAL, SEXUAL Y DE GÉNERO. Y SE TIENE QUE ACABAR YA. YA ESTÁ BIEN.