Cris (unverified)
2 Oct 2012
En mi embarazo fui tan "afortunada" que me tocó un ginecólogo que ni levantaba la cabeza para hablarme (lo poco que me hablaba). Nunca me dio pie a hacerle preguntas, y si le consultaba algo, me ignoraba (como cuando pregunté por mi tensión elevada, a la que que no le hizo el menor caso, y acabé ingresada en el hospital con preeclampsia). Sin embargo, me humilló sin contemplaciones, diciéndome lo gorda que estaba, me manda una dieta de 1500 calorías así de golpe, de un día para otro, embarazada de 6 meses, y me dice que vaya madre soy, que estoy buscando que mi hija tenga problemas en el parto por estar tan gorda. Un cielo, vamos. Luego, en el hospital, maniobra de Hamilton sin pedir consentimiento ni informar (de hecho, me enteré el otro día, tras una año y medio). Y en fin, podría seguir...