SUSANA PC (unverified)
18 Ago 2013
Mi inducción fue "urgente" en la semana 40+1, por preeclampsia (la cual ya estaba dando signos desde hacía varias semanas, pero hasta ese momento no lo consideraron oportuno), después de haber estado ingresada con contracciones que se detuvieron dos semanas antes. Me colocaron una tira de dinoprostona, una hora en observación en una sala de dilatación y a planta a la habitación. En cuestión de 20 minutos tuve una primera contracción que ya no me pareció normal (se trataba de mi segundo embarazo, el primero fue completamente normal) y en menos de 5 minutos aquello era aterrador... a partir de ahí, el caos. Me volvieron a bajar (a regañadientes la celadora, encima), me monitorizaron, no me encontraban las contracciones (me las buscaban por abajo de la panza, pero yo las sentía arriba), y yo tuve que mostrarles donde las notaba, las matronas se pusieron blancas y empezó a llegar gente corriendo...en definitiva, la medicación que me pusieron me ocasiono efecto adverso, no tenia borrado el cuello, solo 3 cm dilatados y contracciones a nivel de expulsivo demasiado largas y el corazón de la niña se iba relentizando... al final, la cosa acabo en cesarea urgentísima a todo correr (increible a la velocidad que se puede llegar a hacer). Lo único que puedo decir al respecto es que hace ya tres meses y no puedo ni pensar en esos momentos, del pánico que pasé y el terror de que le pasara algo a mi hija, pero como bien dice alguien por ahí arriba, bien está lo que bien acaba, mi nena que es una campeona recuperó su ritmo cardiaco normal en cuanto la sacaron y no tuvo repercusiones ni secuelas de nuestra desagradable "aventura".