Luisa Acuña (unverified)
24 Ene 2013

Enviado por Luisa Acuña (no verificado) el

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Lamento la mala experiencia que tuvieron algunas de Uds. No es mi caso, yo al igual que muchas mujeres no dilaté... Me prepararon con total armonía para una cesárea, mi esposo me acompañó en todo momento, mientras las manos de un médico traían a mi bebé yo rezaba para que Dios le diera la sabiduría para que todo estuviera bien. La vi al nacer, la escuché, me quedé muy tranquila al escuchar que el Dr. llamaba a mi esposo y se lo llevaba con la niña. Me suturaron, fui a recuperación y luego a la habitación con alegría por saber que todo había sido un éxito. Celebré con mis familiares y amigos la llegada de mi pequeña y el dolor que luego sentí por la herida, era poco comparado con el nacimiento del ser tan ansiado por mí. Tal vez Eva María pusiste muchas expectativas en el parto, o la depresión post natal te hizo un sucio juego. Juego que además te hubiera hecho sentir igual si el parto hubiera sido natural. No estoy de acuerdo con una cesárea planificada por banalidad; pero sí por necesidad. Cada experiencia es según la persona, para mí fue el momento más feliz de mi vida sin importar por dónde saliera mi hija. Creo que satanizar las cesáreas no es la respuesta a tantos niños que han sido salvados por ella. Y le hace un flaco favor a las futuras madres que tendrán que pasar por ese momento. Cada quién tiene el derecho y la libertad de impregnar su experiencia con los sentimientos personales. No generalicemos... Sí al nacimiento natural, no a la obsesión por él porque no siempre se puede.